No hay duda de que somos una nación preocupada por la salud, ya que entre un tercio y la mitad de la población del Reino Unido usa dispositivos portátiles de salud.
La última innovación es el monitor continuo de glucosa (MCG), un dispositivo que antes solo usaban los diabéticos.
Aplicándolo en el brazo o el estómago, ofrece información metabólica en tiempo real mediante una aplicación móvil.
Sin embargo, los beneficios de estos monitores siguen en debate.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Las personas que nacen con poca o ninguna producción de insulina son clasificadas como diabéticas tipo 1.
Pero la diabetes tipo 2 ocurre cuando el cuerpo tiene menor sensibilidad a la insulina. Puedes tener predisposición genética, pero la dieta también influye.
Si el cuerpo experimenta picos prolongados de glucosa por años debido al exceso de carbohidratos y azúcares, puede desarrollar resistencia a la insulina.
Entonces, si no eres diabético, ¿realmente sirve usar un MCG?
Sorprendentemente, casi el 80% de quienes están en “prediabetes” y tienen mayor riesgo de complicaciones no saben que están en esa categoría.
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Al medir constantemente los niveles de glucosa en el líquido intersticial, los MCG permiten ajustar la dieta o el ejercicio según sea necesario.
Hasta el 80% de los usuarios no diabéticos cambiaron su alimentación al ver cómo afectaba su glucosa.
Los críticos dicen que los MCG pueden saturar con información, causando estres innecesario.
Algunos expertos creen que deberiamos ser más pragmáticos, aprendiendo sobre el índice glucémico de los alimentos.
Además, en algunos casos, los MCG requieren calibración con pruebas de punción en el dedo para ser precisos.
Esto pasa porque miden fuentes distintas: glucosa en sangre capilar y líquido intersticial.
La popularidad de los MCG refleja nuestra actitud hacia el cuidado de la salud.
Pero sus beneficios deben sopesarse frente a sus posibles desventajas.
En definitiva, los MCG funcionan mejor como parte de un enfoque equilibrado, combinando tecnología, educación y moderación.
