Misión en marcha para salvar a los caracoles "más bellos del mundo"

Victoria Gill
Corresponsal de Ciencia, BBC News

Bernardo Reyes-Tur
Un caracol Polymita en su hábitat forestal nativo en el este de Cuba

Investigadores han comenzado una misión para salvar lo que muchos consideran los caracoles más bonitos del mundo y también descubrir sus secretos biológicos.

Los caracoles arbóreos Polymita, en peligro de extinción, están desapareciendo de sus bosques nativos en el este de Cuba. Tienen conchas vibrantes, coloridas y con patrones extravagantes.

Desafortunadamente, esas conchas son muy deseadas por coleccionistas, y expertos en conservación dicen que el comercio de conchas está llevando a estos caracoles a la extinción.

Biólogos en Cuba y especialistas de la Universidad de Nottingham en el Reino Unido ahora trabajan juntos con el objetivo de salvar las seis especies conocidas de Polymita.

Angus Davison
Las conchas se usan para hacer joyas coloridas

La especie más amenazada es la Polymita sulphurosa, de color verde lima con patrones de llamas azules en su espiral y bandas brillantes naranjas y amarrillas en su concha.

Pero todas las especies de Polymita son increíblemente brillantes y coloridas, lo cual es un misterio evolutivo en sí mismo.

"Una de las razones por las que me interesan estos caracoles es porque son tan hermosos", explicó el profesor Angus Davison, genetista evolutivo y experto en moluscos de la Universidad de Nottingham.

La ironía, dijo, es que esa es la razón por la que están tan amenazados.

"Su belleza atrae a personas que coleccionan y comercian conchas. Así que, lamentablemente, lo que los hace diferentes e interesantes para mí como científico es también lo que los está poniendo en peligro."

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Bernardo Reyes-Tur

Buscando en internet con el profesor Davison, encontramos varias plataformas donde vendedores, ubicados en el Reino Unido, ofrecían conchas de Polymita en venta. En un sitio, una colección de siete conchas se anunciaba por £160.

"Para algunas de estas especies, sabemos que están verdaderamente en peligro. Así que no tomaría mucho [que] alguien las recolecte en Cuba y las comercie para que algunas especies desaparezcan."

Las conchas se compran y venden como objetos decorativos, pero cada concha vacía fue alguna vez un animal vivo.

Bernardo Reyes-Tur
El equipo recolectó algunos caracoles para crianza en cautiverio e investigación

Aunque hay normas internacionales para protegerlos, son difíciles de aplicar. Es ilegal—bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas—sacar estos caracoles o sus conchas de Cuba sin permiso. Pero es legal vender las conchas en otros lugares.

El profesor Davison dice que, con presiones como el cambio climático y la pérdida de bosques afectando su hábitat en Cuba, "es fácil imaginar cómo la recolección de conchas podría llevar a una población a la extinción local".

Angus Davison
El profesor Angus Davison con un caracol Polymita en su dedo

Para evitarlo, el profesor Davison trabaja con el profesor Bernardo Reyes-Tur de la Universidad de Oriente en Santiago de Cuba, un biólogo conservacionista.

El objetivo es entender mejor cómo evolucionaron estos caracoles y obtener información que ayude en su conservación.

La parte del profesor Reyes-Tur es quizás la más difícil: con problemas de electricidad y en un clima cálido, ha llevado caracoles Polymita a su casa para criar en cautiverio.

"Aún no se han reproducido, pero están bien", nos dijo en una videollamada.

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"Aunque es un desafío—hay cortes de luz constantemente."

Bernardo Reyes-Tur
El profesor Bernardo Reyes-Tur en su casa en el este de Cuba con algunos caracoles que cría en cautiverio

Mientras, en los laboratorios de la Universidad de Nottingham, se realiza investigación genética.

Allí, el profesor Davison y su equipo guardan pequeñas muestras de tejido en congeladores criogénicos. Pueden usar este material para leer el genoma de los caracoles—las instrucciones biológicas que los hacen únicos.

El equipo busca confirmar cuántas especies hay, cómo están relacionadas y qué parte de su código genético les da sus increíbles colores.

Angus Davison
Polymita sulphurosa está en peligro crítico

La esperanza es revelar esos secretos biológicos antes de que estas criaturas coloridas sean vendidas hacia la extinción.

"El este de Cuba es el único lugar del mundo donde se encuentran estos caracoles", dijo el profesor Davison a la BBC.

"Ahí está el conocimiento—donde viven y trabajan las personas que conocen, aman y entienden estos caracoles."

"Esperamos poder usar la información genética que aportemos para ayudar en su conservación."