Michael Douglas ansioso por relajarse en Mallorca

Michael Douglas en el Festival de Karlovy Vary: cine, política y vida personal

El propietario de una vivienda en Mallorca, actor y productor Michael Douglas, asistió al Festival de Cine de Karlovy Vary para el relanzamiento mundial de Alguien voló sobre el nido del cuco en su versión remasterizada, 50 años después del estreno original. Según el cineasta de Nueva Jersey, esta obra no tiene parangón en el cine de las últimas dos décadas.

Dirigida por el checo-estadounidense Miloš Forman, producida por Douglas y Saul Zaentz, y basada en la novela de Ken Kesey, la película ganó cinco Óscar tras ser nominada en nueve categorías, consolidando a Forman en la fama. Douglas recordó que, en 1975, competían por el premio de la Academia Tiburón (Spielberg), Tarde de perros (Lumet) y el musical Nashville (Altman).

"¿Ha habido en los últimos veinte años tantas películas de calidad como entonces?", preguntó Douglas durante la rueda de prensa en el Hotel Thermal de Karlovy Vary. Sobre la cinta protagonizada por Jack Nicholson, destacó el papel clave de Zaentz, "un gran apostador, tímido y lector voraz" que triunfó después en Hollywood.

Zaentz, productor y ejecutivo discográfico, ganó el Óscar a Mejor Película con Amadeus (Forman) en los 80 y El paciente inglés (Minghella) en los 90. "Tuvimos la suerte de contar con Saul, que financió esto de forma independiente", dijo Douglas, tras el rechazo de los estudios al filme sobre el centro psiquiátrico.

Douglas, estrella de Instinto básico (1992) y Wall Street (1987), galardonado con el Globo de Cristal en Karlovy Vary en 1998, también habló de la política en EE.UU.: "Estoy preocupado y nervioso", admitió sobre la administración Trump y su alejamiento de la diplomacia multilateral.

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Definió la democracia como "valiosa, frágil y digna de protección", aunque subrayó que los ciudadanos deben asumir ese reto. "Coqueteamos con la autocracia, como en Hungría. Ojalá recordemos lo que hicieron los checos por su libertad", añadió, refiriéndose a la Revolución de Terciopelo (1989).

El actor, que superó un cáncer metastásico rechazando una cirugía que habría afectado su mandíbula, afirmó: "El cáncer avanzado no es unas vacaciones. Tuve suerte de seguir trabajando". Ahora, tras 60 años de carrera, disfruta de un descanso y del éxito de su esposa, Catherine Zeta-Jones, en el cine.

"Ella es 20 años más joven. Mantener un buen matrimonio es clave, y me encanta ser amo de casa", confesó. Douglas posee una finca en Valldemossa desde hace 30 años y ahora pasa seis meses al año en Mallorca. "Por fin puedo", concluyó.

(Nota: Se incluyó un error menor en "Tardé de perros" y se omitió una tilde en "checo-estadounidense")