Las mascotas que he conocido siempre han tenido sus peculiaridades, incluso en lo que al descanso se refiere. Patches, el felino, solía dormir en mi cabecera. Sammy, el perro, descansaba en el sofá, solo para despertarse con un flatulencia. Y a Macaroni le encanta yacer boca abajo, con sus patas de corgi apuntando hacia el techo.
No obstante, lo que todas han compartido ha sido esa pasión por la siesta, aparentemente a todas horas. Es de esperar: los perros y gatos domésticos generalmente alternan períodos diarios de sueño y vigilia, explica el etólogo veterinario y profesor de la Universidad de Pensilvania, el Dr. Carlo Siracusa. Algunas mascotas pueden dedicar entre el 40% y el 80% de su tiempo a descansar, señala, especialmente los perros.
Al igual que ocurre con las personas, el sueño en las mascotas puede variar y es una incógnita, aclara Meg Crofoot, directora de la Unidad de Ecología de Sociedades Animales del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal. Todos los animales duermen, lo que “sugiere que el sueño es profundamente y casi con total seguridad importante para la vida animal”, afirma Crofoot.
Comprender el sueño de las mascotas puede ayudarnos a apoyar a nuestro clan peludo y crear un hogar más tranquilo para todos. Esto es lo que conviene saber, según los expertos.
¿Cuánto tiempo duerme una mascota?
Lo que se considera “habitual” para una mascota puede variar según la especie, el entorno y la personalidad, indica Siracusa. No existe una “cantidad óptima” de sueño universal, matiza.
Establecer lo habitual es complejo para casi todas las criaturas. La domesticación ha alterado fundamentalmente lo que es “normal” para las mascotas, sostiene el Dr. Cori Blair, veterinario y propietario de Feline Health NYC en Nueva York. Además, la mayoría de las investigaciones sobre el sueño se realizan en entornos de laboratorio controlados, explica Crofoot; esto complica nuestra comprensión del sueño porque un laboratorio no es la norma.
Aunque no hay una cantidad de sueño “habitual” definida, las estimaciones del American Kennel Club sugieren que los cachorros duermen entre 18 y 20 horas al día y los perros adultos, sobre 12 y 14 horas. Los perros mayores suelen dormir más en general, pero toman siestas más cortas y frecuentes durante el día en comparación con los más jóvenes.
Mientras, algunas estimaciones apuntan a que los gatos duermen un promedio de 12 a 16 horas al día, lo que significa que invierten alrededor del 60% de su vida en ello. Dicho esto, los dueños a menudo asumen que sus mascotas están durmiendo cuando simplemente reposan, aclara Siracusa.
¿Por qué las mascotas duermen tanto?
Si bien los investigadores siguen indagando en los patrones de sueño de las mascotas, se especula que perros y gatos duermen a lo largo del día porque múltiples ciclos breves de sueño ayudaban a sus antepasados a mantenerse alerta ante amenazas y a conservar energía para procurarse alimento.
Lo que es seguro es que un sueño de calidad está vinculado a una mascota saludable. Al igual que los humanos, las mascotas que duermen bien gestionan mejor la ansiedad y el miedo. Algunas investigaciones sugieren que los perros que duermen menos de seis horas mientras sus dueños descansan o se despiertan con facilidad durante el día muestran más problemas de comportamiento, probablemente debido a un pobre control de la excitación emocional.
Márta Gácsi, investigadora senior de la Universidad Eötvös Loránd en Budapest, también ha descubierto que el sueño puede ayudar en la consolidación de la memoria canina, y que los perros con puntuaciones más altas en TDAH tienden a tener un sueño menos eficaz. Investigaciones más antiguas determinaron que los gatos experimentan ciclos de sueño REM y no REM, lo que sugiere que el sueño también fortalece y consolida sus recuerdos.
¿Cuáles son algunos problemas a tener en cuenta?
Si un gato duerme considerablemente más de lo esperado, podría indicar que experimenta alguna molestia física como dolor dental o artritis, explica Blair.
Pero no hay que aplicar estándares humanos al sueño de las mascotas. Las personas a menudo esperan que sus mascotas duerman cuando ellos lo hacen, lo que puede ser problemático si los horarios no coinciden, comenta Blair. Los gatos son crepusculares, meaning que son más activos al amanecer y al anochecer. Los maullidos temprano en la mañana pueden ser peticiones de desayuno, pero también es cuando están naturalmente despiertos.
Blair a menudo escucha a dueños cuyos gatos les impiden dormir. “Estarán despiertos cuando ocurra algo interesante, y luego dormirán la siesta cuando les apetezca”, dice Blair. Una causa es el entorno: los ruidos urbanos pueden provocar inquietud, por ejemplo. Un cambio de rutina también puede alterar el sueño: si su gato está acostumbrado a dormir con usted, dejarlo fuera del dormitorio puede generarle ansiedad.
Cuando una mascota tiene problemas de sueño, se debe comenzar por un chequeo médico con el veterinario, recomienda Siracusa. Si cree que su mascota duerme en exceso o muy poco, observe sus patrones. Llevar un registro puede ayudar a discernir si algo es anormal. Un cambio repentino en el comportamiento podría indicar una alteración en su salud o entorno.
¿Cómo puedes ayudar a que tu mascota duerma mejor?
En la naturaleza, el descanso de un animal a menudo se ve interrumpido por la necesidad de procurarse alimento. Sustituir esta interrupción natural con actividades estimulantes, como los comedores puzzle, puede reducir la ansiedad, dice Siracusa.
La relación dueño-mascota también puede afectar el sueño. Algunas investigaciones sugieren que los perros más apegados a sus dueños pasan más tiempo en una fase de sueño reparador, crucial para una buena salud. Gácsi, coautora de esta investigación, afirma que es probable que este apego positivo reduzca el estrés en los perros.
Los entornos tranquilos y familiares pueden ayudar a las mascotas a reposar. Las mascotas pueden reaccionar exageradamente si se las despierta o molesta repentinamente, indica Siracusa. Esto deriva del miedo y la necesidad de evadir depredadores.
Los gatos pueden buscar instintivamente lugares elevados para dormir, lo que podría ser un comportamiento heredado. Un árbol para gatos puede satisfacer esto, dice Siracusa. La rutina, como horarios de comida consistentes y jugar dos veces al día durante 20-30 minutos, puede ayudar a un gato a dormir bien, señala Blair. Mientras, algunos perros prefieren descansar donde puedan observar su entorno, mientras que los más temerosos suelen buscar espacios más reducidos y confinados, explica Siracusa.
Los perros y gatos pequeños se sienten atraídos por áreas cálidas y acogedoras, ya que pierden calor más rápido que los animales grandes. Una cama con calefacción puede ayudar si su mascota deambula por la noche, comenta Siracusa. Sin embargo, en verano, las mascotas suelen buscar áreas más frescas. Dejar abierta la puerta a una estancia con suelo de baldosa, como un baño o una lavandería, puede ser útil.
Las mascotas mayores pueden tener dificultades para acceder a sus lugares de descanso habituales, como el sofá. Se puede proporcionar una escalera para mascotas o lugares alternativos seguros.
Y aunque resulte tentador darles un suave ‘boop’ o achuchón, “cuando los animales duermen, deben dejarse sin molestar”, enfatiza Siracusa.
Si las intervenciones conductuales y un chequeo médico no resuelven el problema, se puede valorar la medicación con el veterinario, coinciden Siracusa y Blair. Los fármacos para problemas de ansiedad o sueño pueden ser efectivos, pero se recomienda probar primero otros enfoques.
¿A las mascotas les gusta dormir con la gente?
Algunas mascotas disfrutan durmiendo con sus cuidadores, afirma Siracusa. Les permite estar con su comunidad social, es cómodo y potencialmente les ayuda a sentirse seguros. Pero lo placentero que resulte depende del animal y de la persona.
Los perros a menudo quieren dormir cerca o con sus dueños. Evolucionaron de los lobos, que duermen en grupo, por lo que es plausible teorizar un vínculo ahí, dice Crofoot.
Los gatos disfrutan especialmente de estar cerca de las personas porque somos una buena fuente de calor, indica Siracusa, aunque esa no es la única razón. “La proximidad a sus personas es la forma principal en que los gatos muestran afecto hacia ti“, asegura.
Mientras, la investigación sobre los beneficios para los cuidadores humanos es diversa. Algunos estudios indican que las personas que duermen con sus mascotas descansan menos porque se despiertan con mayor frecuencia. Pero otra investigación sugiere que quienes duermen con sus mascotas experimentan menos ansiedad.
Su mascota podría despertarse porque sus ronquidos le molestan. O podrían mostar susto si se sorprenden por un movimiento brusco suyo. Si hay cualquier indicio de que compartir la cama no es seguro, es esencial reconsiderarlo, advierte Siracusa.
Puede ser fácil olvidar cuánto desconocemos sobre las mascotas, reflexiona Crofoot. Si se pregunta por qué algunos perros duermen sobre sus espaldas, ese misterio permanece sin resolver, dice Gácsi: “Sería fascinante saberlo”.