La Serpiente: un intento fallido de copiar a Los Traidores
Esto es una apuesta, pero puede que Fox haya empezado a encargar programas nuevos usando diccionarios de sinónimos en línea. Mira su nuevo reality La Serpiente. Es un juego de secretos y traición, donde finges emociones para ganar confianza mientras apuñalas a tus nuevos amigos por la espalda. Básicamente, es Los Traidores.
No sé si alguno de ustedes ha buscado en Merriam Webster sinónimos de "traidor", pero "serpiente" está literalmente segundo en la lista. Esta vagancia refleja el programa en sí, un refrito tan descarado de Los Traidores que cansa verlo.
Presentado por Jim Jeffries, que actúa como un borracho gritando por el buzón a las 3 AM, La Serpiente reúne concursantes de profesiones estereotipadas—detective, ex-presidiario, pastor, modelo de OnlyFans—y los hace conspirar hasta que solo queda uno. El primer episodio se centra en que describan lo desagradables que son. Los siguientes incluyen desafíos asquerosos, como beber batidos de carne o estar cerca de insectos, así que, en ese sentido, compararlo con Los Traidores es injusto… porque copia igual de Los Traidores que de Fear Factor.
Pero no es sorpresa, porque hoy en día la tele está llena de programas que quieren ser Los Traidores. Quizás viste Million Dollar Secret de Netflix, una versión en un hotel de lujo. O The Trust, otra copia presentada por alguien de CNN. O Snake in the Grass de USA Network, o The Fortune Hotel de ITV. Incluso 007: Road to a Million de Amazon, diseñado para deprimirte sobre el futuro de James Bond.
Ninguno de estos programas oculta su inspiración. Todos tratan de gente que traiciona a otros por dinero. El problema es que Los Traidores, como formato, es imbatible. Es simple: gente en un castillo, algunos sabotean en secreto, todos se vuelven paranoicos. Es infalible. Hasta un mono lo entendería.
Pero las cadenas no pueden hacer una copia exacta, sería trampa. Así que cada versión añade algo nuevo: un hotel soleado, insectos innecesarios… Estos cambios pueden arruinar el formato.
En Reino Unido, ITV hizo Genius Game, tan enredado—con explicaciones interminables sobre códigos, zombis y granates—que parecía el peor juego de mesa después de Navidad, donde todos abandonan y comen Twiglets en silencio. Era como ver Los Traidores, pero cargado de cosas inútiles que lo hundían.
La tele siempre hace esto. Pasamos por la era de Pop Idol, donde la gente cantaba o lloraba, luego Love Island, con idiotas ligando en villas. The Great British Bake Off se adaptó a costura, cerámica, arreglo floral… y pronto, quizás, a terapia de duelo. Ahora le toca a Los Traidores. En unos años será otro programa.
Aunque Los Traidores tampuco es una idea nueva. Se basa en Mafia, un juego de los 80, o Secret Hitler, sin olvidar un programa de la BBC en 2004 literalmente llamado Traitor. Aún así, Los Traidores es la versión perfecta: emocionante y accesible. Ninguna copia se le acerca.
Pero la noche es joven y quedan 41 sinónimos de "traidor" en el diccionario. Próximamente: La Rata (Los Traidores pero mafia), El Quisling (en la Segunda Guerra) o El Soplón (donde todos comen huesos de pollo de la basura).