El Gobierno Central ha puesto en marcha un proyecto integral de remodelación que abarca veinte túneles clave del tramo de la autopista AP-7 comprendido entre Málaga y Guadiaro, en la provincia de Cádiz.
Con una inversión total de 42,6 millones de euros, el plan tiene como objetivo mejorar la seguridad, la eficiencia y la solidez general de la infraestructura en esta ruta costera esencial, la cual registra un tráfico intenso durante las temporadas altas.
El proyecto, que será supervisado por el Ministerio de Transportes, abordará mejoras críticas en túneles como los de Chillar, Benamargosa, El Buitre y otros que atraviesan las pintorescas regiones de la Costa del Sol y el Campo de Gibraltar. Las obras está previsto que comiencen a finales de 2025 y concluyan a mediados de 2027, confiando en que las molestias sean mínimas gracias a una implementación escalonada durante las horas de menor afluencia.
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Entre las mejoras principales figuran la modernización de los sistemas eléctricos y de iluminación para cumplir con las normativas europeas de seguridad, lo que betterará la visibilidad y reducirá el riesgo de accidentes en condiciones de poca luz.
Túneles más seguros, limpios y eficientes en la AP-7 de la Costa del Sol
Se instalarán mecanismos de ventilación más eficaces para mejorar la calidad del aire y gestionar los humos con mayor eficiencia, especialmente en los túneles de mayor longitud, como el de El Buitre, de 2,5 kilómetros. Los refuerzos estructurales, incluida la adaptación sísmica, reforzarán los túneles frente a posibles terremotos, una preocupación latente en toda la zona tectónicamente activa del sur de España.
Asimismo, la iniciativa incorpora tecnologías avanzadas de detección y extinción de incendios, con sistemas de rociadores automáticos y señalización de evacuación actualizada para agilizar los tiempos de respuesta. Se embebirán sensores de monitorización inteligente que proporcionarán datos en tiempo real sobre el flujo de tráfico, la integridad estructural y factores ambientales, información que se canalizará a un centro de control centralizado en Málaga.
Esta inversión llega en un momento crucial para la AP-7, que ha enfrentado críticas por las recientes subidas de peajes tras un verano de precios récord, que llegaron hasta los 25 euros por un solo trayecto de Málaga a Guadiaro.
Las autoridades locales de las provincias de Málaga y Cádiz han acogido con satisfacción la noticia, y el Gobierno de la Junta de Andalucía ha comprometido 5 millones de euros en financiación suplementaria para obras viales auxiliares.
En un contexto en el que España avanza hacia sus objetivos de infraestructuras sostenibles para 2030, esta renovación de la AP-7 ejemplifica un esfuerzo nacional más amplio orientado a preparar las redes de transporte para el futuro ante las crecientes presiones del tráfico.
