El Ayuntamiento de Capdepera es el último en sumarse a la prohibición de quads, buggies y vehículos recreativos todo terreno en espacios naturales protegidos.
La propuesta de modificación de la ordenanza municipal aplicaría la veda en todo el término municipal, prestando especial atención al Parque Natural de Llevant y a las zonas sujetas a restricciones medioambientales, de fauna y patrimonio cultural, como las áreas de especial interés natural. También se aplicaría en vías públicas no expresamente destinadas al tráfico motorizado.
Hay un plazo de treinta días para la consulta pública, pero si se aprueba la prohibición —como se anticipa—, afectará tanto a particulares como a empresas. Las multas por incumplimiento oscilarán entre 300 y 1500 euros. La policía podrá inmovilizar los vehículos si se considera que pueden generar un riesgo grave para las personas, los bienes o los ecosistemas naturales.
Núria Garcia, concejala de Hacienda, Obras Públicas y Contratación, señala: “Esta medida supone un paso firme en la defensa del territorio y la biodiversidad. Preservará zonas agrícolas y forestales, reducirá la presión turística y garantizará la protección del patrimonio natural. Estamos comprometidos con un modelo que priorice la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.”
Otros municipios que han adoptado medidas específicas para restringir el uso de estos vehículos son Alcudia, Artá, Felanitx y Manacor.