Miguel Lázaro, presidente del sindicato médico balear, señala que en otros países europeos existe un copago sanitario por acudir a urgencias hospitalarias si se saltan los servicios extrahospitalarios. El Govern balear asegura que esta propuesta no está sobre la mesa. «Se nota muchísimo, tanto en carga laboral como en el tipo de paciente que llega. Según avanza la temporada turística, la proporción entre pacientes locales y turísticos se invierte», explica Lara, médica de urgencias con dos años de experiencia en hospitales de Ibiza y Formentera.
Sus declaraciones reflejan los flujos turísticos que reciben las Baleares desde marzo y abril hasta septiembre y octubre, con picos máximos de población flotante (suma de residentes y visitantes) en julio y agosto. «Hay que hacer más con los mismos recursos», afirma Miguel Lázaro, presidente del Sindicato Médico de Baleares (SIMEBAL).
«Es una demanda recurrente cada año entre todos los profesionales sanitarios, no solo médicos. El problema es que, según ellos, la carga de trabajo aumenta y los centros se saturan (especialmente urgencias), pero no se refuerza la plantilla acorde a esta demanda, lo que afecta al servicio público».
«Empiezan a llegar pacientes con politraumatismos leves o graves, como accidentes de tráfico que ocurren cada semana. Pasa tanto en Formentera como en Ibiza. Además, crecen las intoxicaciones por drogas y alcohol», comenta Lara. Por su parte, el presidente del sindicato médico balear indicó que en el Hospital Son Espases de Mallorca se atienden entre 450 y 500 urgencias diarias.
En los meses estivales, según cifras, los ingresos pueden superar los cincuenta, y la espera para ingresar en planta oscila entre dos y tres días. En Palma, el Son Llàtzer no está mejor: 300 urgencias diarias de media y esperas de uno a tres días para ingreso. SIMEBAL denuncia que «entre el 40% y 50% de las urgencias atendidas son de baja complejidad».
