Un médico francés acusado de envenenar intencionalmente a 30 pacientes, niños y adultos, de los cuales 12 murieron, enfrentó su juicio el lunes. Antes de la audiencia, declaró que no era responsable del “dolor” de sus supuestas víctimas y sus familias.
Frédéric Pechier, de 53 años, trabajaba como anestesista en dos clínicas de la ciudad oriental de Besançon cuando pacientes sufrieron paros cardíacos en circunstancias sospechosas entre 2008 y 2017. Doce no pudieron ser reanimados.
Se le acusa de provocar ataques al corazón en pacientes para poder lucir sus habilidades de reanimación y desacreditar a sus compañeros de trabajo.
La supuesta víctima más joven de Pechier, un niño de cuatro años identificado como Teddy, sobrevivió a dos paros cardíacos durante una operación rutinaria de amígdalas en 2016. La víctima supuestamente más mayor tenía 89 años.
El juicio culmina una investigación de ocho años que conmocionó a la comunidad médica. Pechier ha negado los cargos.
A su llegada al tribunal, Pechier fue recibido por varios familiares, incluyendo uno que gritó: “Vamos, Fredo”.
“Es necesario poner todas las cartas sobre la mesa”, declaró Pechier a la emisora RTL ese mismo lunes, añadiendo que tenía “argumentos fuertes” en su defensa.
Cuando se le preguntó sobre el sufrimiento de las familias que asistirán al juicio, que se espera dure hasta diciembre, Pechier respondió: “Lo entiendo completamente, pero por otra parte, yo no soy responsable de su angustia”.
Pechier, padre de tres hijos, enfrenta cadena perpetua si es declarado culpable. Actualmente no está bajo custodia pero sí bajo supervisión judicial, una alternativa a la prisión preventiva.
“Llevo 17 años esperando esto”, dice la hija de una víctima
Pechier no ha ejercido la medicina desde 2017, a pesar de que fue autorizado a trabajar en 2023 siempre que no tuviera contacto con pacientes.
“Llevo esperando esto durante 17 años”, dijo Amandine Iehlen, cuyo padre de 53 años murió de un paro cardíaco durante una cirugía de riñón en 2008.
Una autopsia reveló una sobredosis de lidocaína, un anestésico local.
El fiscal Etienne Manteaux ha declarado que el caso es “sin precedentes en la historia legal francesa”.
Se abrió una investigación en 2017 después de paros cardíacos sospechosos durante operaciones en pacientes considerados de bajo riesgo.
Se sospecha que Pechier manipuló las bolsas de paracetamol o los frascos de anestesia de sus colegas para crear emergencias en el quirófano donde él pudiera intervenir y mostrar sus talentos de reanimación.
“Lo que se le acusa es de envenenar a pacientes sanos para perjudicar a colegas con los que estaba en conflicto”, dijo Manteaux.
“Frédéric Pechier fue el primero en responder cuando ocurría un paro cardíaco”, añadió. “Siempre tenía una solución”.
Pechier ha culpado a “errores médicos” de sus colegas por la mayoría de los envenenamientos.
¿Pechier una “estrella” o un criminal?
Algunos colegas describieron a Pechier como un “anestesista estrella”, mientras que otros dijeron que parecía arrogante y manipulador.
Un compañero de trabajo afirmó que Pechier estaba “seguro de que era el mejor” y le gustaba “verse a sí mismo como el Zorro”.
En el transcurso de la investigación, los investigadores examinaron más de 70 informes de “eventos adversos graves”, jerga médica para complicaciones inesperadas o muertes entre pacientes.
Llegaron a juicio los casos de 30 pacientes que sufrieron paro cardíaco durante cirugía en la Clínica Saint-Vincent y la Policlínica de Franche-Comté.
“Es muy fácil acusar a la gente, es más difícil probar las cosas”, dijo uno de los abogados de Pechier, Randall Schwerdorffer, a los periodistas.
Más de 150 partes civiles estarán representadas en el juicio.
Durante las primeras dos semanas, el tribunal examinará los casos más recientes de Pechier, aquellos que causaron las sospechas de los investigadores y llevaron a que fuera imputado en 2017.
Después, se examinará cada uno de los envenenamientos atribuidos al médico.
“Va a ser un maratón legal, pero estamos listos”, dijo Stephane Giuranna, abogado de varias partes civiles, a la AFP. “Todos los caminos llevan a Pechier”.