El senador por Ibiza y Formentera, Juanjo Ferrer, ha instado a las fuerzas políticas a alcanzar un consenso para impulsar medidas que limiten la adquisición de viviendas por parte de no residentes en las Baleares. Según un comunicado, dichas transacciones exacerban la presión inmobiliaria y expulsan a ‘miles de ciudadanos’ de su propio territorio.
Ferrer reiteró que es imperativo dejar de lado las diferencias partidistas y que todos deben colaborar para garantizar el derecho a una vivienda digna y asequible. ‘Necesitamos medidas contundentes para frenar las compras masivas por parte de no residentes’, insistió. El senador recordó que ya había presentado una propuesta en este sentido. Ahora, ha recalcado que el 30 por ciento de las transacciones inmobiliarias en Baleares están en manos de compradores extranjeros, vinculados a inversiones en alquiler turístico o en segundas residencias.
Asimismo, ha solicitado que España requiera a Europa la creación de un marco legislativo específico que permita a los territorios insulares tensionados aplicar restricciones ‘temporales pero contundentes’ sobre la compra de viviendas por no residentes. Los extranjeros suponen casi el 30% del total de compras de viviendas en Canarias y Baleares, según un informe elaborado por Asufin para su “VII Congreso Anual”, que también revela que en la Comunidad Valenciana la cifra alcanza el 28% y en Murcia, el 22%, mientras que hay cinco comunidades autónomas que se sitúan por debajo del 4%, con Extremadura en un 1,58%.
La inversión constituye el motivo principal en un 65% de los casos que lleva a los compradores de vivienda a solicitar una hipoteca.
El nuevo informe de Asufin también incluye datos sobre la vivienda nueva que sale al mercado, la cual representa apenas un 15% del total. De las cerca de 48.000 transacciones de vivienda registradas por el INE, los permisos de nueva construcción aprobados apenas superan las 7.500.
El coste medio de las hipotecas que se conceden actualmente es del 3,12%, siendo las hipotecas a tipo fijo las más económicas, con un interés del 2,87%, y las de tipo variable las más caras, con una media del 3,38%. Mientras tanto, las hipotecas mixtas, que irrumpieron en el mercado como respuesta a la rápida subida de los tipos de interés durante los dos últimos años, se sitúan en el 3,22%.
Como consecuencia de las hipotecas contratadas, vinculadas al elevado precio de la vivienda, las cuotas medias ya suponen un 35% de los salarios, incrementándose hasta el 58% en el caso de los jóvene hasta los 24 años. En el grupo de edad de 25 a 35 años, la cifra asciende al 40%. Este impacto se ha incrementado significativamente desde 2021.