El Ayuntamiento de Marbella ha puesto en marcha una campaña controvertida, financiada por la Junta de Andalucía, para instar a los comerciantes del Casco Antiguo a que contribuyan a mantener la limpieza de las calles, lo que ha llevado a que se les acuse de derivar, en la práctica, la responsabilidad del mantenimiento de uno de los distritos más visitados de la ciudad hacia los locatarios.
A pesar de los elogios oficiales hacia la “labor constante” de los servicios municipales de limpieza, la iniciativa ha sido tildada de inédita. Resultó notable la ausencia en la presentación de la Concejala de Limpieza. En su lugar, el Concejal del Distrito Oeste, Alejandro González, y la asesora Carmina Serrano presentaron la campaña, titulada “Manten Limpio el Casco Antiguo“, un eslogan que, según las críticas, debería ir dirigido al propio Consistorio en lugar de “concienciar” a comerciantes y residentes. La campaña, financiada a través del Plan de Grandes Ciudades Turísticas de la Junta de Andalucía, distribuirá 1.500 folletos informativos por el Casco Antiguo.
Críticas suscitadas – ¿Acaso no pagamos ya por esto?
Durante su intervención, el concejal González describió el objetivo como “reforzar la responsabilidad compartida para mantener esta joya de la corona de la ciudad en perfecto estado.” Insistió en que la Delegación de Limpieza “trabaja constantemente en la zona,” pero recalcó que “la colaboración es esencial para mantener la imagen del Casco Antiguo, un referente para los visitantes.” González recordó a los asistentes normas básicas de convivencia, como respetar los horarios de recogida de residuos, plegar los cartones antes de desecharlos y no abandonar muebles o voluminosos sin notificarlo previamente a los servicios de recogida.
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Ya se han distribuido 1.500 folletos en la zona comprendida entre la Posada de África y la playa, y entre las avenidas de Nabeul y Calvario. Se colocarán carteles en las oficinas municipales y en las pantallas publicitarias digitales de las calles.
Tradición andaluza – mantener limpia la propia puerta
La tradición de mantener limpia la propia calle ha sido un pilar de la cultura andaluza durante generaciones, algo que quizás se ha perdido con la globalización de las calles comerciales tradicionales. Sin embargo, que los recaudadores de impuestos municipales alienten a los contribuyentes a asumir, en esencia, la responsabilidad por un servicio que ya están pagando, es lo que ha suscitado recelo en este caso.
El material de la campaña detalla la normativa de limpieza pública, incluyendo obligaciones, prohibiciones y las sanciones aplicables.