Un mapache que entró a una tienda de Virginia y bebio felizmente en el pasillo de licores ahora es sospechoso de una ola de crímenes más amplia, dicen las autoridades.
Un oficial de control animal de Hanover sospecha que este mamífero de cola rayada también entró a un estudio de karate cercano y luego asaltó el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) para robar snacks.
“Supuestamente, este es el tercer allanamiento que hace”, dijo la Oficial Samantha Martin.
El mapache, ahora apodado el “panda borracho”, fue descubierto por primera vez desmayado en el baño de la licorería de Ashland dos días después del Día de Acción de Gracias. Tras recuperarse, el inusual delincuente fue liberado en la naturaleza.
Un nuevo estudio descubrió que estos mamíferos enmascarados , conocidos por revolver basureros en busca de comida fácil, están evolucionando y se sienten más cómodos cerca de los humanos.
La Srta. Martin dice que es solo cuestión de tiempo antes de que el bandido enmascarado ataque otra vez el centro comercial.
“Esta no es la primera vez que está en uno de los edificios”, dijo al podcast oficial del gobierno del condado, Hear in Hanover, el jueves.
“Estuvo en el estudio de karate. Creo que entró al DMV [y] se comió algunos de sus snacks una vez”, afirmó.
Luego añadió que existe la posibilidad de que los allanamientos anteriores los hubiera hecho un mapache diferente, pero las autoridades lo han identificado como el principal sospechoso.
Los mapaches son conocidos por meterse en los cubos de basura de la gente, lo que les vale el apodo de “panda basurero”.
El condado ha estado vendiendo camisetas con el logo “panda borracho” y ha recaudado la increíble suma de 207,000 dólares (155,000 libras) hasta el viernes. El dinero se usará para renovar el refugio de animales y ampliar su capacidad, dijo la Srta. Martin.
Las autoridades dicen que este pequeño panda basurero kung fu estaba viviendo su mejor vida cuando fue detenido en la licorería y mantuvo el ánimo alto incluso después de ser llevado a la perrera del condado.
“Lo dejé ahí, [y] lo dejé relajarse por unas horas. El sol le daba directamente, así que se sentía bien”, contó la Srta. Martin, añadiendo que fue liberado a aproximadamente una milla del centro comercial. “No hizo nada malo. Solo estaba pasándola bien”.
La historia se ha vuelto viral, algo que la Srta. Martin atribuye a que es muy “identificable”.
“Todos hemos estado en esa situación”, dice. “Todos hemos tomado de más y nos hemos desmayado junto al inodoro, esperando que alguien venga a buscarte a la mañana siguiente”.
“Espero que haya aprendido la lección”, dijo, antes de añadir que hay una buena posibilidad de que pronto lo encuentren cometiendo otro atraco.
“Volverá. No es tonto”.