Mano dura contra autocaravanas, scooters y vandalismo.

La ordenanza cívica de Palma ha sido aprobada y se espera que entre en vigor en mayo, una vez que el texto sea publicado en el Boletín Oficial de las Islas Baleares (BOIB). Después de meses de debate desde que se presentó el texto inicial en noviembre, el Ayuntamiento ha eliminado la redacción controvertida que penalizaba vivir en autocaravanas, adhiriéndose a las disposiciones de las normativas de tráfico, y también ha introducido cambios en otro de los puntos que generó más protestas en las sesiones plenarias, la regulación de artistas callejeros.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Busquets, defendió la ordenanza durante su aprobación, argumentando que ‘no es simplemente una recopilación de sanciones, sino un compromiso con una ciudad más ordenada y limpia, donde la libertad individual se ejerce en armonía con los derechos colectivos y la civismo no es una excepción, sino una práctica diaria’.

El concejal subrayó que la ordenanza tiene como objetivo poner fin al ‘ruido tarde en la noche, al vandalismo del patrimonio y al uso inapropiado del espacio público’, entre otros problemas; nuevas normas, enfatizó Busquets, que no son ‘un punto de llegada sino un punto de partida’. El responsable de Seguridad Ciudadana destacó que la sección sobre los patinetes eléctricos aborda un ‘vacío legal’ en el marco normativo de Palma. Los conductores de patinetes deberán contar con un seguro obligatorio de responsabilidad civil con una cobertura mínima de £120,000 y llevar un casco homologado.

Aunque Vox solicitó espacios específicos para los propietarios de caravanas, sus seis concejales apoyaron el texto porque, aunque creen que podría mejorarse, ‘lo que se ha hecho es mucho mejor que lo que había antes’, en palabras de Fulgencio Coll, quien negó que los vulnerables estuvieran siendo ‘criminalizados’ sino que más bien se estaba buscando ‘un equilibrio entre derechos y deberes’.

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Esta es una postura radicalmente diferente a la adoptada por la izquierda. ‘No les importa lo que le sucede a los ciudadanos de Palma, solo quieren quedar bien. No les gustan las caravanas en los vecindarios o los artistas en las calles, aunque han estado regulados durante años. Son elitistas y clasistas, y sus acciones lo demuestran. Ustedes (el alcalde) son clasistas porque estacionan su coche en la Plaza Santa Eulàlia y la policía no les multa’, dijo Angélica Pastor (PSOE).

La portavoz de Més, Neus Truyol, acusó al PP de ‘perseguir a aquellos que piensan diferente y criminalizar la pobreza’, mientras que Lucía Muñoz (Podem) parafraseó las palabras del Papa Francisco a favor de los vulnerables para denunciar la “hipocresía” del Ayuntamiento (que momentos antes había observado un minuto de silencio por el pontífice). Además, Muñoz insinuó que la ordenanza ‘no se detendrá aquí’.