Septiembre es un mes muy apreciado por numerosos visitantes de Mallorca. Los viajeros llegan solos, en pareja o en grupos de interés especial. Algunos buscan sol y playa, mientras que otros prefieren explorar la isla por su cuenta. A pesar de sus diferencias, todos comparten una necesidad común: comer, y ahí reside el desafío.
En toda la isla, se observan variaciones significativas de precios, desde un simple café hasta experiencias gastronómicas de alta gama. En Sollerweb, recibimos regularmente comentarios sobre los precios y la relación calidad-precio. Curiosamente, la comida ocupa el segundo puesto en la lista de observaciones; la queja más frecuente se refiere al servicio, a menudo descrito como “indiferente”.
La hostelería es una forma de arte. Cuando los huéspedes son atendidos por verdaderos profesionales, la diferencia es notable, desde el saludo inicial hasta la discreta atención que marca el estándar de excelencia. Todos recordamos una gran experiencia culinaria, pero sobre todo hablamos de lo bien que lo pasamos y del personal que contribuyó a ello.
Los entusiastas gastronómicos de septiembre reconocen el servicio de calidad y la buena comida. A diario, vemos restaurantes llenos de gente junto a otros con las mesas vacías. Los visitantes tienen opciones y establecen límites de precio. Donde una cena con vino costaba unos 40 euros por persona, en 2025 esta experiencia ronda ya los 60 o 70 euros.
El resultado: la gente cena fuera con menos frecuencia o busca restaurantes con menú de precio fijo.
Este mes es crucial para muchos restaurantes, donde los cierres y cambios de titularidad ponen de relieve los retos del sector. La esperanza es que los nuevos proyectos para el próximo año incluyan una formación significativa del personal como parte esencial del plan, y no como un mero añadido. El tiempo y la inversión en la formación del personal han sido largamente descuidadas y esto debe cambiar.
El sector hostelero de Mallorca se enfrenta a dos obstáculos principales: la fijación de precios y su valor percibido, y el papel crucial de la capacitación del equipo. Un equipo bien dirigido, guiado por un profesional experimentado, resulta imbatible. El futuro revelará cómo se abordan estos desafíos.
