Manifestantes en Georgia han intentado asaltar el palacio presidencial en la capital, Tbilisi.
La policía utilizó gaz lacrimógeno y cañones de agua para dispersarlos.
Las protestas empezaron después que algunas figuras de la oposición pidieron una “revolución pacífica” contra el gobierno, el cual es acusado de ser prorruso y autoritario.
La oposición prodemocrática ha estado organizando protestas desde el año pasado, cuando el partido oficialista ganó unas elecciones que sus críticos dicen que fueron fraudulentas.
Posteriormente, el gobierno congeló las negociaciones de ingreso a la Unión Europea, deteniendo abruptamente un objetivo nacional de largo plazo.