Primero fue América del Norte con vuelos directos desde Nueva York a Palma operados por United Airlines; ahora se abre el mercado canadiense a las Baleares y a España. Air Transat, galardonada como la Mejor Aerolínea de Ocio del Mundo en 2024 por Skytrax, alcanzó a principios de año un acuerdo de interlineación con Air Europa, con sede en Llucmajor, Mallorca, líder en el sector del transporte aéreo en España. Esta colaboración amplía la conectividad entre Canadá y España, reforzando aún más la presencia de Air Transat en el mercado español.
Posteriormente, en septiembre, Air Canada anunció el lanzamiento de una nueva ruta entre Montreal y Palma. Está previsto que comience el 17 de junio de 2026 y será una de las primeras rutas operadas con el Airbus A321XLR de largo alcance de la aerolínea. Los vuelos desde Montreal se realizarán los lunes, miércoles, viernes y sábados. Desde Palma, saldrán a las 12:15 horas los martes, jueves, sábados y domingos. El servicio estará activo hasta finales de octubre.
Todo indica que, como consecuencia del boicot estadounidense a los viajes —que persistirá—, España está experimentando un auge en el turismo canadiense, del cual Mallorca saldrá indudablemente beneficiada. Dicho boicot está provocando un crecimiento explosivo de la demanda hacia destinos como México, Francia, Japón, España y el Reino Unido, ya que los viajeros buscan alternativas. Al reconfigurarse los patrones de viaje globales, Canadá está volviendo la mirada hacia nuevos horizontes internacionales en 2025, abrazando un abanico más amplio de destinos.
España ha registrado este año un incremento del 70,5% en visitantes canadienses, alcanzando los 105.000 llegadas. Reconocido por sus playas paradisíacas, su vibrante cultura y su exquisita gastronomía, el atractivo de España ha ido en aumento, especialmente entre viajeros en busca de una experiencia europea. Y, conforme evoluciona la industria turística canadiense, resulta evidente que el turismo transatlántico está destinado a florecer en los próximos años. El boicot de los Estados Unidos ha demostrado ser un catalizador del cambio, impulsando a los canadienses a explorar nuevos destinos y a abrazar los viajes internacionales de formas sin precedentes.
