La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está ultimando una segunda línea de investigación del llamado ‘caso Mascarillas’, relacionado con contratos públicos para la compra de mascarillas durante la pandemia, lo que llevó a la detención en febrero de 2024 de Koldo García, exasesor personal de José Luis Ábalos, quien fuera ministro de Transportes. Tras este arresto, Ábalos, que había dejado el cargo en julio de 2021, fue expulsado del PSOE de Pedro Sánchez. Ese mismo mes, el Tribunal Supremo, al investigar sus vínculos con García, le retiró el pasaporte y le obligó a presentarse ante un juzgado cada quincena.
Quien firmó el documento de expulsión de Ábalos fue Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE, quien tuvo que dimitir esta semana por su implicación en el caso contra Koldo García.
La UCO elaboró un informe de 490 páginas que analiza contratos más allá de los de mascarillas, abarcando también obras públicas. Esta segunda línea surgió tras la investigación inicial y dejó al descubierto la participación directa de Cerdán en el presunto esquema de corrupción, situando a Mallorca en el centro del escándalo.
En enero de 2023, la UCO reveló que Ábalos, García y Rubén de Aldama —hermano de Víctor de Aldama, señalado como cerebro del entramado— realizaron varios viajes juntos entre octubre de 2018 y marzo de 2019, antes de la pandemia. Para la Guardia Civil, es relevante que, incluso sin que existiera aún la necesidad de comprar mascarillas, estos tres se alojaran en los mismos hoteles de lujo en Palma o Almería, además de viajar a Londres.
Según fuentes, la UCO aún está ultimando detalles de pesquisas realizadas en Mallorca en meses recientes. Empresas clave del informe que provocó la caída de Cerdán obtuvieron contratos millonarios en Baleares, especialmente en la isla. Destaca Acciona, una de las mayores constructoras del archipiélago, adjudicataria de más de 70 proyectos desde 2017. Aunque cabe señalar que, por su envergadura, este volumen de actividad podría ser normal.
Otra firma es Levantina de Ingeniería y Construcción, que ganó la remodelación del antiguo Hospital Son Dureta en Palma por casi nueve millones. Dirigida por José Ruz, esta empresa valenciana figura en la investigación del Supremo por presuntos vínculos con García. La compañía quebró y abandonó las obras, alegando robos de material que justificaban los retrasos.
Políticamente, el caso ha arrastrado a Francina Armengol, expresidenta balear y actual presidenta del Congreso. El PP afirmó el viernes que el ‘caso Mascarillas’ sitúa a las islas en “el epicentro de una trama criminal” y exigió explicaciones a Armengol, tras la declaración de Aldama en televisión de que se reunió con ella en la sede del Govern balear.
Hace un año, Armengol negó ante una comisión senatorial conocer a Aldama, aunque luego admitió a su círculo cercano que lo vio en una reunión en el Consolat de Mar. Aldama asistía como miembro de una delegación de Globalia, matriz de Air Europa, para tratar el futuro de la aerolínea. Fuentes del PSOE insisten en que no hubo reuniones exclusivas con Aldama, ni contratos discutidos.
El PP rechaza esta versión. El viernes, el vicepresidente Antoni Costa señaló que mensajes de WhatsApp revelan “una relación muy personal” entre Armengol y García. “Esto acaba de empezar”, advirtió. “No sabemos si aparecerán más empresas en nuevos informes ni hasta dónde llega la trama. Pero lo descubierto sugiere que hay más.”
Añadió que se auditan todos los contratos de la alarma sanitaria, no solo los de mascarillas adquiridas a la empresa vinculada a Aldama, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L. “Armengol parece que abrió las puertas del Govern a la corrupción en 2020, cuando todos estábamos encerrados en casa.”
