El Real Mallorca vio cómo su racha sin victorias en LaLiga esta temporada se extendía a cinco partidos, a pesar de despertarse y reaccionar hacia el final del empate 1-1 frente al Atlético de Madrid ante un público de 21.027 espectadores el domingo por la tarde. Esta fué otra performance tremendamente decepcionante del cuadro bermellón que, bajo esta luz, no puntuó alto en mérito artístico.
El entrenador Arrasate (cuyo nombre fue coreado por los hinchas descontentos al abandonar el Son Moix) alineó una defensa de cinco hombres y su eleven, a todos los efectos, parecía pensado para jugar al empate. El Atlético fue muy superior en el periodo inicial y estuvo a pique de marcar en los compases iniciales cuando un remate chocó contra el poste. En el minuto 16, el Atlético recibió un polémico penalty. Nuestro portero Leo Román realizó una estelar parada en prolongación al lanzamiento de Julián Álvarez, resarciéndose con creces de su error garrafal del lunes pasado contra el Espanyol. Nuestro guardameta ibicenco realizó luego una sucesión de grandes intervenciones y fué la clave para que el Mallorca no perdiera y lograra un punto cuando todo parecía perdido.
Ya en la segunda mitad, el gran delantero noruego visitante Alexander Sørloth saltó al terreno de juego junto con Antoine Griezmann en un intento de inclinar el encuentro a su favor. La estancia de Sørloth en el césped duró apenas 10 minutos, cuando fué expulsado tras una revisión del VAR por una entrada brutal sobre Raillo (¡le dió una rodillazo en los huevos!). La expulsión electrizó a la hinchada local, que empezó a creer que podríamos arañar algo en los minutos restantes.
Los ataques tardíos del Mallorca no lograron inquietar al guardameta del Atleti, Oblak, que disputaba su partido 501. Luego, con el tiempo reglamentario agotándose, el Atlético contragolpeó. El remate de Llorente fue parado por Román, pero el exjugador del Chelsea Connor Gallagher estuvo ahí para rematar el rechace.
Con el encuentro agonizando, y por fin, Arrasate introdujo al extremo de 20 años Jan Virgili. Como mencioné hace unas semanas, este joven es puro espectáculo y hace levantar a la afición de sus asientos expectante. Centró un balón milimético tras hacer una mesa a un defensa atlético y un Muriqi desmarcado remató de cabeza con potencia el empate, dándole un punto de oro al Mallorca. El equipo Palma tiene aún el peor registro de puntos en esta fase de la competición desde la 2000/01, y su racha de partidos sin ganar, que se arrastra desde la temporada pasada, asciende ya a ocho.
EN RESUMEN: El Mallorca pareció un equipo apocado durante gran parte del encuentro y mostró letargo. Perdí la cuenta de las veces que la defensa pasó el balón lateralmente para luego devolverselo al portero. Cuando conseguimos nuestro primer corner en el minuto 45 e incluso al sacar bandas, los jugadores se acercaban con desgana y parecíamos carecer de ideas.
Nuestra exhibición el domingo por la noche tenía “Segunda División” escrito por todas partes. Tras el partido, Arrasate fue fustigado en la prensa local y redes sociales. Se plantearon preguntas como “Por qué insiste con la defensa de cinco (especialmente en casa) si desde que está aquí simplemente no funciona”. Muriqi, bendito sea, arañó en solitario en ataque hasta que entró Virgili, quien proporcionó el primer centro decente de la noche al área, permitiendo al gran kosovar desmarcado hacer lo que mejor sabe: cabecear al fondo de la red.
El joven Jan Virgili, que ahora se dirige a Chile para jugar con la selección española Sub-20, por la razón que fué no entró lo suficientemente pronto. Una vez más, al igual que la pasada semana contra el Espanyol, parecimos incapaces de aprovechar la ventaja numérica. Fallamos en múltiples ocasiones en concatenar dos pases seguidos. Samu Costa y Johan Mojica parecen sombras de los jugadores que fueron la temporada pasada. Muchos críticos cuestionan a Arrasate respecto a la táctica y la alineación. Si no conseguimos una victoria este miércoles a las 21:30 en casa de la Real Sociedad, el pozo se ahondará aún más.