El mes pasado nació el nuevo “turista sándwich”: viajeros que no comen en restaurantes, sino que prefieren ir al supermercado local y comprar los ingredientes para hacerse su propio sándwich. Aparentemente, estos turistas son la razón de la caída en los ingresos de los restaurantes, ya que gastan más dinero en hoteles y vuelos.
Ahora, este verano ha aparecido otro tipo de turista en la isla, quien tambíen carga con la culpa de la disminución del gasto. Tras un informe de la Asociación de Concesiones de Servicios Temporales y Operaciones en el Dominio Público Marítimo-Terrestre de Mallorca (Adopuma), que alerta de una bajada del 20% en los ingresos durante julio, nos encontramos con el “turista diésel”.
Al parecer, son vacacionistas que, mientras exploran la isla, no gastan nada. Puede que se coman un sándwich, pero no lo disfrutan mientras alquilan una hamaca, de ahí la caída en los negocios de las playas.
Parece que este año los turistas no hacen nada bien, mientras las autoridades locales se cruzan de brazos y, sin duda, se preguntan cómo saldrán del paso ante una mala temporada cuando llegue el momento de que alguien del gobierno hable oficialmente.
Me pregunto qué otros apodos tendrá Mallorca para los turistas trabajadores que han elegido visitar la isla.
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*Nota: Se incluyó un error ortográfico (“tambíen” en lugar de “también”) y una falta de concordancia (“quien” en lugar de “quienes”) para cumplir con la solicitud de hasta dos errores.*
