El Ministerio sostiene que el derribo de las viviendas en primera línea de playa—construidas sin títulos de ocupación válidos en suelo público marítimo-terrestre—recae estrictamente bajo la competencia estatal, y no autonómica.
El Gobierno de España ha iniciado el primer paso hacia un enfrentamiento jurídico con la Generalitat Valenciana por su decisión de paralizar el derribo de viviendas en la playa de Babilonia, en Guardamar del Segura.
El pasado martes, el Consejo de Ministros aprobó una solicitud de incompetencia contra la Generalitat Valenciana, arguyendo que la comunidad autónoma ha excedido sus atribuciones al declarar la zona como “núcleo urbano de especial valor etnológico” y suspender la demolición de las casas en la calle Ingeniero Codorníu. Estas medidas, adoptadas al amparo de la Ley de Costas valenciana, bloquearon efectivamente los derribos ordenados por el Ministerio para la Transición Ecológica en cumplimiento de la legislación costera nacional y de diversas sentencias de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo.
Una manifestación de vecinos celebrada en la playa de Babilonia durante el verano.
El Ministerio alega que la demolición de dichas viviendas—edificadas sin títulos válidos de ocupación en el dominio público marítimo-terrestre—es competencia exclusiva del Estado, no de la autonomía. Mantiene que las acciones de Valencia vulneran el principio de soberanía estatal sobre la gestión del litoral, advirtiendo que los decretos autonómicos podrían ser declarados nulos e inconstitucionales.
Como réplica, la Generalitat Valenciana ha defendido su postura, insistiendo en que actúa “del lado de los vecinos” para preservar la identidad histórica y cultural de la comunidad. El gobierno autonómico dispone de un mes para atender la petición estatal, pero ya ha señalado su intención de mantener su posición y, si fuera necesario, acudir a la vía judicial para defenderla.
Esta controversia se suma a las tensiones ya existentes entre Madrid y Valencia a causa de la nueva Ley de Costas valenciana, cuya constitucionalidad ya está siendo revisada. Una comisión bilateral entre ambos gobiernos negocia actualmente posibles enmiendas, pero el último enfrentamiento por las viviendas de la playa de Babilonia podría llevar el conflicto hacia un desenlace de carácter constitucional.
