Madrid retira más de 2.600 alojamientos turísticos tras la entrada en vigor del plan de vivienda que persigue los pisos ilegales de Airbnb.
Crédito: Azulblue, Shutterstock
El pujante mercado de alquiler turístico en Madrid se contrae a gran velocidad. Desde que el ayuntamiento capitalino aprobó su “Plan Reside” para regular los alojamientos vacacionales y proteger el parque residencial, más de 2.600 viviendas turísticas han desaparecido de los listados de la capital –un descenso del 15,7 por ciento en apenas unos meses.
Según el Consistorio madrileño, el número de alquileres vacacionales ha descendido de 16.959 en julio a 14.297 en noviembre, de acuerdo con datos recopilados por la plataforma independiente Inside Airbnb, que monitoriza los anuncios en el popular sitio de alquiler. La tendencia se aceleró tras la ratificación formal del plan el 27 de agosto, demostrando que el mayor rigor municipal ya produce un impacto tangible.
Qué es el Plan Reside – y por qué está transformando el mercado del alquiler en Madrid
El Plan Reside, respaldado por el gobierno de la alcaldesa José Luis Martínez-Almeida, se enmarca en un esfuerzo más amplio por preservar la vivienda residencial y controlar la rápida proliferación de alojamientos turísticos, muchos de los cuales operaban al margen de la ley. La medida recibió la aprobación definitiva de la Comunidad de Madrid en agosto de 2025, y ya está reconfigurando el panorama del alquiler en la ciudad.
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El plan divide Madrid en dos zonas principales:
El centro histórico (APE 00.01) –que incluye distritos como Centro, Chamberí, Salamanca, Retiro y parte de Arganzuela, Moncloa y Chamartín– donde se prohíbe terminantemente la creación de nuevos pisos turísticos en edificios residenciales, incluso en planta baja. También se veta la conversión de locales comerciales en apartamentos turísticos.
Las áreas exteriores a la M-30, donde aún se puede autorizar el alojamiento turístico, pero solo si la propiedad cuenta con un acceso independiente y directo desde la calle.
El objetivo, según el ayuntamiento, es hallar un equilibrio entre acoger a los visitantes y garantizar que los residentes puedan seguir permitiéndose vivir en el centro de la ciudad.
Cuantiosas multas para los pisos turísticos ilegales
La reducción en el número de anuncios no se debe únicamente a las normativas zonales más estrictas; también hay que atribuírsela a las sanciones más severas que ahora se aplican a los alquileres vacacionales ilícitos.
Desde finales de junio, el ayuntamiento y el Colegio de Administradores de Fincas de Madrid (CAFMadrid) colaboran para identificar y advertir a los propietarios de pisos turísticos sin licencia. Esta colaboración comprende dos acciones principales:
Formar a las comunidades de vecinos sobre cómo denunciar alquileres turísticos ilegales en sus inmuebles.
Informar a los propietarios sobre las sustanciales multas a las que se enfrentan si continúan operando sin licencia.
Y dichas multas no son cosa menor. La primera sanción confirmada asciende a 30.000 euros, la segunda a 60.000 euros y la tercera a 100.000 euros –pudiendo alcanzar los 190.000 euros en caso de reincidencia. Anteriormente, las penalizaciones oscilaban entre apenas 1.000 y 3.000 euros, lo que convertía el alquiler ilegal en un negocio de bajo riesgo para muchos.
Esta ofensiva ya ha dado resultados. Desde que comenzó la colaboración, 1.423 alojamientos turísticos sin licencia han sido retirados del mercado. El CAFMadrid se está dirigiendo directamente a los propietarios de inmuebles sospechosos de ser ilegales, explicándoles tanto las multas que arriesgan como los trámites disponibles para legalizar su actividad –si ello resulta posible.
Una ciudad dividida ante el turismo – pero que ya observa resultados
El gobierno municipal insiste en que el plan no busca ahuyentar a los turistas, sino restablecer el orden en los barrios donde el alquiler vacacional se había disparado en los últimos años. En algunos distritos céntricos, los vecinos se quejaban del ruido constante, la masificación y el incremento de los alquileres propiciado por plataformas como Airbnb.
El último informe oficial, de octubre de 2024, mostraba que Madrid contaba con 17.360 establecimientos turísticos, de los cuales 16.100 eran viviendas turísticas. Resulta escandaloso que solo un 7,45 por ciento –aproximadamente 1.200 unidades– disponía de una licencia en vigor.
Con la nueva normativa ya aplicándose, la ciudad espera frenar los alquileres ilegales, proteger la oferta de vivienda a largo plazo y profesionalizar el sector del alquiler turístico, haciéndolo más responsable.
Las cifras más recientes de Inside Airbnb muestran que, solo entre julio y noviembre de 2025, desaparecieron 2.662 anuncios, lo que sugiere que muchos propietarios optan por retirar sus propiedades en lugar de afrontar sanciones o intentar adecuarse a la nueva regulación.
Equilibrar turismo y vivienda – el complicado ejercicio de equilibrio de Madrid
El Plan Reside supone un cambio significativo en la forma en que la capital española concibe la posición del turismo dentro de su sistema de vivienda. Se trata de un intento por recuperar los espacios residenciales manteniendo, a la vez, Madrid abierta a los visitantes.
Los críticos advierten de que una normativa más rigurosa podría reducir las opciones de alojamiento para turistas y perjudicar a los comercios locales, pero sus defensores arguyen que la descontrolada expansión de los alquileres vacacionales estaba expulsando a los residentes del centro de la ciudad.
Lo que está claro es que el mensaje municipal es contundente: los alquileres turísticos dejarán de ser un sector sin control.
De cara a 2026, los efectos del plan ya son visibles: menos pisos turísticos, barrios más tranquilos y un renovado empeño en proteger la vivienda para quienes realmente residen en la ciudad.
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