Alice Cuddy
BBC Noticias, Tel Aviv
Herut Nimrodi dice que se aferra a la esperanza de que su hijo Tamir “todavía sigue aguantando” dos años después de su secuestro.
La madre de un hombre israelí capturado por Hamás el 7 de octubre de 2023 dice que todavía no sabe si su hijo está vivo o muerto, pero tiene una “esperanza real” de que el plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump logrará el regreso de todos los rehenes retenidos en Gaza.
Herut Nimrodi le contó a BBC News que “teme lo peor” para su hijo Tamir, un soldado no combatiente, pero se aferra a la esperanza de que “él todavía sigue aguantando” dos años después de su abducción.
Ella dijo que él es el único rehén israelí del que su familia no ha sido informada sobre si está vivo o muerto.
El plan de paz, propuesto por el Presidente Trump, ha estado ganando impulso, con negociaciones indirectas en curso entre Hamás e Israel para poner fin a la guerra y devolver a los rehenes.
“Han estado intentando llegar a un acuerdo por un tiempo pero no despegó. Esta vez se siente diferente,” dijo la Sra. Nimrodi. “Hay una esperanza real de que este es el definitivo, este es el último acuerdo.”
Ella dijo que es particularmente importante que todos los rehenes – vivos y muertos – sean liberados en la primera fase del plan.
“Esto es enorme, es una bendición para nosotros,” afirmó.
“Es urgente liberar a los rehenes – aquellos que todavía están vivos, y incluso los que han fallecido. No sabemos en qué estado están sus cuerpos. Tenemos que liberarlos para que las familias tengan algún tipo de cierre. Incluso las familias que recibieron el mensaje de que sus seres queridos fallecieron, no lo acceptan porque necesitan pruebas.”
Tamir es uno de los 47 rehenes secuestrados el 7 de octubre que permanecen en Gaza – se cree que 20 de ellos todavía están vivos.
ARCHIVO FAMILIAR
Tamir Nimrodi fotografiado con su madre y otros miembros de la familia.
La última vez que vió a su hijo fue en un video de su secuestro publicado en las redes sociales el 7 de octubre de 2023.
“Mi hija menor – ella tenía 14 años en ese momento – vino gritando que había visto a su hermano siendo secuestrado en Instagram,” recordó.
“Vi a Tamir vistiendo su pijama. Estaba descalzo. No llevaba sus gafas. Apenas puede ver sin ellas. Estaba aterrado.”
Desde que vió a su hijo – un oficial de educación en el ejército israelí que tenía 18 años en ese momento – siendo forzado a subir a un jeep y llevado, “desvaneciéndose hacia Gaza”, no ha recibido ninguna señal de vida.
“Él es el único israelí sin ninguna indicación sobre qué pasó o dónde está exactamente,” dijo.
El destino de un rehén nepalés, Bipin Joshi, tampoco se conoce.
Como otras familias con las que la BBC ha hablado cuyos parientes fueron asesinados o secuestrados ese día, la Sra. Nimrodi dijo que la vida ha estado congelada durante dos años.
“La gente me pregunta: ‘Han pasado dos años, ¿cómo sigues adelante?’ Y yo digo, ‘No parecen dos años. Se siente como un día largo y agotador’,” comentó.
Ese día hace dos años fue el más mortífero en la historia de Israel, cuando unos 1,200 personas fueron asesinadas por hombres armados de Hamás y otros grupos, y 251 más fueron tomados como rehenes, la mayoría de comunidades del sur y de un festival de música.
Los ataques desataron una guerra en la que más de 67,000 personas en Gaza han sido asesinadas por la acción militar israelí, según el ministerio de salud del territorio dirigido por Hamás. Casi toda la población ha sido desplazada y gran parte de su infraestructura ha sido destruida.
ARCHIVO FAMILIAR
La Sra. Nimrodi dice que Tamir le envió un mensaje sobre los cohetes “sin parar” en la mañana del 7 de octubre.
La Sra. Nimrodi dijo que estaba en su casa cerca de Tel Aviv cuando recibió un mensaje de Tamir temprano el 7 de octubre de 2023 desde su puesto en el lado norte de la frontera con Gaza.
“Él dijo ‘hay cohetes y no paran’,” recordó.
Tamir le dijo que volvería pronto a la casa familiar, como solía hacer durante esos momentos debido a su rol no combatiente.
“Le dije que se cuidara mucho y que me escribiera cuando pudiera y él dijo que lo intentaría. Esas fueron las últimas palabras entre nosotros. Eran las 06:49 de la mañana, y después supe que 20 minutos después de nuestro último mensaje él fue capturado,” relató.
Ella ha estado haciendo campaña por el regreso de su hijo, incluso en manifestaciones con otras familias de rehenes.
Pero también dijo que hay días en los que “no puede salir de la cama”.
“Intento escuchar a mi cuerpo – ¿qué puedo hacer? ¿Cuánta fuerza tengo?”
El impulso detrás del plan de paz ha traído algo de esperanza para las familias restantes de rehenes de que sus seres queridos podrían pronto regresar a casa.
La Sra. Nimrodi se unió a decenas de miles de personas – incluyendo familias de rehenes y exrehenes mismos – que se reunieron en Tel Aviv el sábado por la noche para pedir que se implemente el acuerdo.
Ella llevaba una camiseta con la foto de su hijo en el frente, sonriente y con gafas.
“Yo creo en este acuerdo, y creo que Trump no permitirá que se escape,” declaró, mientras hacía un llamado al Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu para que “haga lo correcto – traiga a los rehenes a casa y traiga paz a esta región”.
Ella dijo que cuando intenta dormir por la noche, se encuentra con la “mirada aterrada” en los ojos de su hijo mientras era secuestrado, que se repite en su cabeza todos los días.
“Tener esperanza durante dos años – es absolutamente agotador.”