Caroline Hawley
Corresponsal diplomática
Liberen a Alaa
La hija de Laila Soueif, Sanaa, describió la situación como "muy aterradora".
El cuerpo de Laila Soueif se debilita cada vez más. Los médicos le advirtieron que, después de ocho meses en huelga de hambre, ahora corre riesgo de muerte súbita. Sin embargo, la fuerza de su determinación no ha disminuido en absoluto.
Hablando con la BBC desde el hospital St Thomas en Londres, la profesora de matemáticas británico-egipcia de 69 años dice que "apasionadamente" quiere vivir. Pero declaró al programa Today que estaba preparada para morir si eso era necesario para sacar a su hijo, Alaa Abdel Fattah, el preso político más prominente de Egipto, de la cárcel en El Cairo.
Pidiendo al primer ministro británico, Sir Keir Starmer, y a su gobierno que encuentren una forma de presionar a Egipto para liberarlo, dice que cree que "no le queda otra opción" más que seguir rechazando calorías.
Alaa Abdel Fattah, quien también tiene doble nacionalidad británico-egipcia, tuvo un papel destacado en las protestas pro-democracia en Egipto en 2011 y ha estado en prisión casi continuamente desde 2014. Su última condena de cinco años fue impuesta después de compartir una publicación en Facebook sobre un prisionero que murió bajo tortura.
Laila Soueif comenzó su huelga de hambre en septiembre de 2024, cuando la condena de su hijo debería haber terminado. Las autoridades egipcias se negaron a contar los más de dos años que pasó en detención preventiva como parte de su sentencia. Su familia teme que lo estén usando como ejemplo y que nunca sea liberado.
"Terminó su condena, por el amor de Dios. Fue una sentencia injusta de un tribunal ilegítimo", dice su madre. "Debería haber salido de esa cárcel el 29 de septiembre".
Durante meses, solo consumió té de hierbas, café negro y sales de rehidratación. Hospitalizada en febrero, aceptó ingerir 300 calorías líquidas al día después de que el primer ministro pidiera al presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, que liberara a su hijo. Pero el 20 de mayo, reanudó su huelga de hambre total, diciendo que no hubo avances.
Laila Soueif fue hospitalizada el jueves pasado y recibió glucagón, una hormona para tratar hipoglucemia severa. Está recibiendo electrolitos por vía intravenosa, pero se niega al tratamiento con glucosa. Según su familia, durante el fin de semana, sus niveles de glucosa bajaron tanto que no pudieron detectarse.
AFP
Alaa Abdel Fattah, visto aquí en 2019, ha pasado la mayor parte de los últimos 11 años en prisión.
"Nadie entiendo cómo sigue consciente", me dijo su hija, Sanaa Seif. "Es muy miedoso". Dice que su madre ahora siente que se está muriendo. "Nos habla de la vida después de que se vaya. Ha comenzado a despedirse".
La semana pasada, el Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria declaró que Alaa Abdel Fattah fue arrestado por ejercer su derecho a la libertad de expresión y pidió su liberación inmediata. Pero Egipto, un aliado importante del Reino Unido, ni siquiera ha permitido que la embajada británica lo visite.
Llamados de su familia para que el gobierno británico presione más a Egipto han sido respaldados por diputados y por el exembajador británico en Egipto, John Casson.
Liberen a Alaa
El primer ministro británico, Sir Keir Starmer, le dijo a Laila Soueif que está presionando a Egipto para liberar a su hijo.
Cuando estaba en la oposición, el secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, pidió que Egipto enfrentara "consecuencias diplomáticas graves" si no daba acceso consular inmediato al Reino Unido y liberaba a Alaa Abdel Fattah.
"No creo que el gobierno sea lo suficientemente firme", dice Sanaa Seif. "Alaa necesita salir de prisión y del país. Necesita estar en Brighton con su hijo, Khaled".
Dice que la inspira la fuerza de su madre y que está orgullosa de que su huelga de hambre haya visibilizado la situación de los miles de presos políticos en Egipto y los problemas que enfrentan los británicos detenidos en el extranjero.
"Estoy muy, muy orgullosa de mi mamá. Tengo miedo por ella. Y estoy enojada con el gobierno, especialmente con el Ministerio de Relaciones Exteriores, porque han perdido mucho tiempo".
El Ministerio de Relaciones Exteriores dice que está comprometido con la liberación de Alaa Abdel Fattah. Un portavoz declaró: "El secretario de Relaciones Exteriores destacó la urgencia de la situación en una llamada con su homólogo el domingo, y continúan los esfuerzos al más alto nivel del gobierno egipcio".
Funcionarios dicen que el primer ministro habló con el presidente Sisi el 22 de mayo y volvió a pedir su liberación.
Cuando le preguntaron cuál sería su mensaje si no sobrevivía, Laila Soueif respondió: "Mi mensaje es: usen mi muerte como presión para sacar a Alaa".
