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El presidente francés Emmanuel Macron visita Groenlandia para reunirse con los primeros ministros de Groenlandia y Dinamarca.
En una señal del creciente importancia de Groenlandia, el presidente francés Emmanuel Macron llega hoy a la isla ártica, en lo que expertos dicen es una muestra de unidad europea y un mensaje para Donald Trump.
Al llegar a la capital, Nuuk, esta mañana, Macron fue recibido por un clima frío y ventoso. Pero a pesar de las bajas temperaturas, el recibimiento fue cálido.
"Esto es grande, debo decirlo, porque nunca tuvimos visitas de un presidente, y es muy bienvenido," dice Kaj Kleist, un oficial groenlandés con mucha experiencia.
Nuuk es una ciudad pequeña de menos de 20,000 habitantes, así que la llegada de un líder mundial y su comitiva es un evento importante.
"Creo que la gente estará curiosa, solo al escuchar sobre esto," opina Arnakkuluk Jo Kleist, consultora y presentadora de podcast. "Me parece que estarán interesados en saber cuál será su mensaje."
"Es el presidente de Francia, pero también es un representante importante de Europa. Es un mensaje de los países europeos mostrando apoyo, que Groenlandia no está en venta, ni para el Reino de Dinamarca," añade.
"Estos últimos meses han generado dudas sobre qué aliados necesitamos y con quiénes debemos fortalecer la cooperación," comenta.
Macron es el primer líder destacado invitado por el nuevo primer ministro groenlandés, Jens-Frederik Nielsen. Las conversaciones se centrarán en seguridad del Atlántico Norte y el Ártico, cambio climático, desarrollo económico y minerales críticos, antes de que Macron siga hacia la cumbre del G7 en Canadá.
La primera ministra danesa Mette Frederiksen también asiste y calificó la visita como "otra prueba concreta de unidad europea" en medio de una "complicada situación en política exterior en meses recientes".
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Jens-Frederik Nielsen se reúne con Emmanuel Macron en Nuuk.
Groenlandia, un territorio semiautónomo danés con 56,000 habitantes, ha enfrentado fuerte presión desde que el presidente estadounidense Donald Trump afirmó querer adquirir la isla rica en minerales, citando la seguridad de EE.UU. como razón principal y sin descartar el uso de fuerza.
"Macron no viene solo por Groenlandia, es parte de un juego más grande entre las potencias mundiales," señala Kleist.
Francia fue uno de los primeros países en oponerse a Trump, incluso ofreciendo enviar tropas, algo que Dinamarca rechazó. Hace unos días, en la conferencia de la ONU sobre océanos en Niza, Macron declaró: "El océano no está en venta, Groenlandia no está en venta, el Ártico ni ningún otro mar están en venta".
"Francia nos ha apoyado desde las primeras declaraciones sobre tomar nuestro país," escribió Nielsen en Facebook. "Es necesario y gratificante."
Para Ulrik Pram Gad, investigador en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, la visita de Macron ya es un mensaje fuerte.
"El viaje de la pareja vicepresidencial no tuvo el mismo impacto," dice, refiriéndose a la visita limitada de JD Vance y su esposa Usha en marzo. "Eso, claro, envía un mensaje al público estadounidense y a Trump."
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El vicepresidente JD Vance y Usha Vance abordan el Air Force Two tras visitar la base militar Pituffik en Groenlandia.
También marca un cambio, ya que líderes groenlandeses fortalecen lazos con Dinamarca y la UE, "porque necesitamos aliados ante estos problemas," dice Kaj Kleist.
"Es buen momento para que Macron venga," agrega. "Pueden hablar sobre defensa del Ártico antes de las reuniones de la OTAN… y escuchar lo que buscamos en cooperación e inversión."
Sin embargo, el líder opositor Pele Broberg cree que Groenlandia debió recibir solo a Francia. "Bienvenidos sean todos los líderes, pero esta vez parece una visita para Dinamarca."
Las tensiones entre EE.UU. y Dinamarca crecen. Durante su visita a una base militar en Groenlandia, el vicepresidente Vance criticó al país nórdico por no invertir lo suficiente en seguridad. Dinamarca incluso llamó al embajador estadounidense tras un reporte sobre espionaje en Groenlandia.
En una audiencia en el Congreso, el secretario de Defensa Pete Hegseth sugirió que el Pentágono tiene planes para tomar Groenlandia por fuerza "si es necesario".
Dinamarca actúa con cautela. Aprobó una polémica ley permitiendo tropas estadounidenses en su territorio y destinó 1.500 millones de dólares para reforzar la defensa de Groenlandia.
"Antes Dinamarca dudaba en alejarse de una estrategia transatlántica, pero eso cambió," analiza Gad.
Con tensiones crecientes en el Ártico, la UE también incrementa su presencia. Recientemente firmó un acuerdo para invertir en una mina de grafito en Groenlandia, buscando asegurar minerales críticos frente al dominio de China y la guerra en Ucrania.
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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, inauguró una oficina de la UE en Nuuk el año pasado.
Para Francia, la visita refuerza su política de independencia europea frente a EE.UU., según Marc Jacobsen del Colegio de Defensa Danés.
"Se trata del cambiado escenario de seguridad en el Atlántico Norte y el Ártico," explica. "Es una señal fuerte, mostrando que Francia toma en serio la seguridad europea."
