DAKAR, Senegal (AP) — El presidente francés Emmanuel Macron reconoció que Francia libró una guerra marcada por "violencia represiva" en Camerún antes y después de la independencia del país en 1960, según una carta hecha pública este martes.
Es el primer reconocimiento oficial de Francia sobre su represión del movimiento de independencia camerunés como una guerra.
La carta, enviada el mes pasado al presidente camerunés Paul Biya, sigue a un informe publicado en enero por una comisión de historiadores franco-cameruneses. El informe reveló que Francia realizó desplazamientos forzados masivos, detuvo a cientos de miles de cameruneses en campos de internamiento y apoyó a milicias brutales para suprimir la lucha por la independencia y soberanía entre 1945 y 1971.
La comisión fue creada por Macron durante una visita en 2022 a Yaundé, la capital. Investigó el papel de Francia antes y después de la independencia de Camerún el 1 de enero de 1960.
"Al final de su trabajo, los historiadores de la Comisión destacaron claramente que hubo una guerra en Camerún, donde las autoridades coloniales y el ejército francés cometieron múltiples actos de violencia represiva en ciertas regiones del país. Una guerra que continuó después de 1960 con el apoyo de Francia a acciones llevadas a cabo por las autoridades camerunesas independientes", decía la carta de Macron.
Macron también reconoció el papel de Francia en las muertes de líderes independentistas como Ruben Um Nyobè, Paul Momo, Isaac Nyobè Pandjock y Jérémie Ndéléné, asesinados entre 1958 y 1960 en operaciones militares bajo mando francés.
Camerún fue una colonia alemana hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, cuando fue dividida entre Reino Unido y Francia. El territorio administrado por Francia obtuvo su independencia en 1960, y el Camerún británico del sur se unió en una federación al año siguiente.
La guerra de independencia comenzó en los años 50 con la lucha armada del partido nacionalista UPC por la soberanía y reunificación. Incluso después de la independencia, el gobierno apoyado por Francia siguió combatiendo al UPC durante años.
Esta carta sigue a otros gestos de Macron para abordar el pasado colonial, como reconocer la responsabilidad francesa en el genocidio de Ruanda en 1994 y la masacre de fusileros senegaleses tras la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, el presidente francés ha descartado hasta ahora una disculpa oficial por las torturas y abusos cometidos por tropas francesas en Argelia.
La carta llega en un momento en que la presencia de Francia en sus excolonias africanas es cada vez más cuestionada, especialmente en la región del Sahel.
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La periodista de Associated Press Sylvie Corbet en París contribuyó a este informe.