El Palacio del Elíseo ha anunciado que el Presidente francés Emmanuel Macron nombrará un nuevo primer ministro en las próximas 48 horas, desmintiendo los rumores sobre la posibilidad de elecciones anticipadas.
Este miércoles, el aún primer ministro Sébastien Lecornu declaró que la opción de disolver el parlamento se estaba desvaneciendo después de dos días de conversaciones con los partidos políticos.
“Existe una mayoría en el parlamento y es esa mayoría la que quiere evitar nuevas elecciones,” afirmó.
El lunes, Lecornu, un aliado cercano de Macron, se convirtió en el tercer primer ministro francés en dejar su puesto en menos de un año, forzado por un parlamento sin mayoría y profundamente dividido.
Macron le pidió entonces que se quedara dos días más para intentar formar un consenso entre los partidos y resolver la crisis política.
En una esperada entrevista televisiva, Lecornu no dio indicios sobre quién sería el próximo primer ministro. Aunque dijo que su misión estaba “terminada,” tampoco descartó completamente su propia candidatura.
Señaló que, además de no querer elecciones, la mayoría de los diputados reconocen la urgente necesidad de aprobar un presupuesto antes de fin de año.
No obstante, admitió que formar un gobierno sigue siendo complicado debido a las divisiones parlamentarias y a las ambiciones presidenciales de algunos políticos.
“Quienquiera que esté en el gobierno deberá estar completamente desconectado de cualquier ambición presidencial para el 2027,” dijo Lecornu, quien fue ministro de las fuerzas armadas.
El estancamiento político en Francia comenzó tras las elecciones sorpresa de julio del 2024. Desde entonces, ningún partido tiene mayoría, lo que dificulta aprobar leyes y reformas, incluido el presupuesto anual.
El gran desafío para Lecornu y sus dos predecesores ha sido manejar la enorme deuda nacional, que este año alcanzó los 3,4 billones de euros, casi el 114% del PIB, la tercera más alta de la eurozona después de Grecia e Italia.
Los anteriores primeros ministros, Michel Barnier y Francois Bayrou, fueron destituidos en votos de confianza después de presentar presupuestos de austeridad.
Lecornu dijo que su propio borrador presupuestario se presentará la próxima semana y estará “abierto al debate.”
“Pero el debate tiene que comenzar… los partidos no pueden decir que lo rechazarán sin examinarlo,” añadió.
Asimismo, dijo que otro tema importante que afecta a la política francesa desde el 2023 debe revisarse: las muy contestadas reformas de las pensiones de Macron. “Tenemos que encontrar una forma para que el debate tenga lugar,” afirmó.
Pero algunas facciones parlamentarias parecen inamovibles en sus posiciones.
Mathilde Panot, del radical La Francia Insumisa, dijo tras la entrevista que la única solución era “la dimisión y la marcha de Emmanuel Macron.”
Mientras, Marine Le Pen, líder de la ultraderechista Agrupación Nacional, que lleva tiempo pidiendo nuevas elecciones, declaró que votaría en contra de cualquier nuevo gobierno.
Aún no está claro qué fuerzas políticas apoyarían un nuevo gobierno.
La llamada plataforma común de centristas y republicanos que ha gobernado desde el año pasado parece haberse deshecho.
La gran pregunta ahora es si Lecornu logró convencer a los Socialistas, que formaban parte de ese bloque de izquierdas durante las elecciones, para que apoyen al gobierno de alguna manera.
Al ser preguntado sobre los llamamientos de algunas facciones para que Macron dimita, una idea que incluso su ex primer ministro Edouard Philippe sugirió esta semana, Lecornu dijo que Francia necesita una figura estable y reconocida internacionalmente al mando.
“No es el momento de cambiar al presidente,” declaró Lecornu.
Sin embargo, Macron parece cada vez más aislado, ya que hasta sus aliados cercanos comienzan a distanciarse de él.
Esta misma semana, Gabriel Attal, considerado el protegido de Macron, dijo que “ya no entendía” al presidente y pidió el nombramiento de un negociador independiente para dirigir el gobierno.
Macron no ha hablado públicamente desde la sorpresiva dimisión de Lecornu el lunes por la mañana. Lecornu prometió que el presidente “se dirigirá al pueblo francés en el momento oportuno,” sin especificar cuándo sería.