Luz verde para 210 licencias temporales de taxi en Palma.

El Teniente de Alcalde de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, Toni Deudero, ha firmado un decreto autorizando la concesión de un total de 210 licencias municipales de taxi temporales, que serán válidas del 1 de mayo al 31 de octubre. De estas licencias, 200 serán licencias ordinarias y 10 serán para taxis adaptados para personas con movilidad reducida, según ha informado el ayuntamiento en un comunicado.

Los titulares que soliciten estas licencias deben cumplir una serie de requisitos. La autorización para conducir será personal y no transferible, y no podrá ser cedida o arrendada bajo ninguna circunstancia. Además, la prestación de servicios con estas licencias temporales estará limitada exclusivamente a los municipios de Palma y Marratxí.

En ningún caso se podrán prestar servicios dentro del puerto o aeropuerto, o en las zonas de Can Pastilla y Playa de Palma, entre la Calle Déntol y el límite con el municipio de Llucmajor.

El Departamento de Movilidad ha señalado que desde el inicio del actual mandato legislativo, un total de 460 personas han pasado los cursos requeridos para trabajar como taxistas. Durante este período, se han realizado cuatro convocatorias: en la primera, pasaron 71 personas; en la segunda, celebrada en febrero de 2024, pasaron 150 personas; en la tercera, también en 2024, pasaron 116 personas; y en la cuarta, celebrada en enero de 2025, el número de personas que pasaron aumentó a 123.

El verano pasado, Biel Moragues, presidente de una de las asociaciones de taxistas de Mallorca, reconoció que el transporte público y los taxis no pueden hacer frente en temporada alta. El modelo de transporte, dice, debe ser seriamente reconsiderado. “No puede haber más coches privados. La solución no es más Uber o más taxis, ya que solo tendremos más atascos de tráfico.”

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Para Palma, cree que tiene que haber un mayor compromiso con el transporte público, no solo autobuses, sino también el sistema de tranvía planificado o una extensión del metro. “El transporte público no puede satisfacer la demanda que tenemos, al igual que la red viaria, el consumo de agua y la vivienda no pueden. Al final, todo está fuera de control. Nos faltan taxistas y conductores de autobús. Nos enfrentamos a un problema grave con el modelo. Hay tantos componentes que están fallando.”

Y en medio de esto se encuentran el número de turistas. Moragues dice que nadie tiene una idea real del número que hay en Palma, especialmente debido a la proliferación de alquileres (los ilegales). “Por ejemplo, recibimos llamadas de turistas en la Calle Joan Alcover. No hay hoteles allí. Nosotros, los taxistas, sabemos perfectamente sobre estos alquileres en Palma. Y con este modelo turístico no podemos regular el tráfico.”