Conor McGregor ha vuelto a su lujoso yate en Port Adriano, Mallorca. Cuando no está relajándose bajo el sol, se lo ve entrenando con intensidad. El luchador, quien está acompañado de su esposa Dee Devlin y sus hijos, ha compartido imágenes y vídeos de su estancia en la isla, incluyendo uno donde corre cuesta arriba por la empinada carretera hacia el puerto.
El futuro deportivo de McGregor sigue siendo incierto, aunque él mismo ha declarado su intención de presentarse como candidato a la presidencia de Irlanda, cuyas elecciones deben celebrarse antes del 11 de noviembre.
Como peleador, McGregor destaca por su contragolpeo y prefiere luchar de pie en lugar de hacerlo en el suelo. Es conocido por su precisión y poder de nocaut. Aunque es zurdo y suele adoptar una postura southpaw, a menudo cambia a una postura ortodoxa. Suele asumir el rol de agresor en sus combates, donde su boxeo—considerado su mayor destreza—le ha llevado a la mayoría de sus victorias por KO o TKO. Expertos señalan su contragolpe zurdo como su golpe más letal.
Fuera del octágono, McGregor es famoso por su verbo afilado y su “guerra psicológica” contra rivales, lo que le valió el apodo de ‘The Notorious’ y comparaciones con Muhammad Ali, a quien cita como una de sus grandes influencias. Tras la muerte de Ali en 2016, McGregor afirmó que “nadie se acercará jamás a su grandeza”. También ha mencionado a Bruce Lee como inspiración e incluso se ha comparado con él. En sus enfrentamientos contra Donald Cerrone y en la revancha con Dustin Poirier, mostró respeto y evitó provocaciones, aunque recuperó su estilo verbal en su tercera pelea con Poirier.
McGregor es el mayor atractivo de pago por evento (PPV) en la historia del MMA, encabezando los cinco eventos más vendidos de la UFC. Su pelea contra Nurmagomedov en UFC 229 alcanzó 2.4 millones de compras, récord absoluto. Su combate de boxeo contra Mayweather en 2017 superó los 5.3 millones de compras en EE.UU. y Reino Unido, siendo el segundo evento PPV más vendido de todos los tiempos.
En 2021, Forbes lo nombró el atleta mejor pagado del mundo, con ingresos reportados de $180 millones. Ya había figurado en la lista en 2018, ocupando el cuarto puesto con $99 millones. Más allá del deporte, McGregor ha incursionado en diversos negocios.