A partir de este domingo, veintiocho de septiembre, los socorristas de dos municipios de Mallorca y tres de Ibiza inician una huelga indefinida en protesta por la precariedad laboral y lo que denuncian como falta de seguridad en las playas debido a financiación insuficiente.
Los dos municipios afectados en Mallorca son Calviá y Palma. Entre las playas implicadas se incluyen, por tanto, Magaluf, Palmanova y Santa Ponsa en Calviá, así como Cala Major y los resorts de Playa de Palma. El establecimiento de unos servicios mínimos del cien por cien ha agravado el descontento de los socorristas, quienes alegan que vulnera su derecho a la huelga. Aunque de momento solo son dos municipios, el portavoz del sindicato de socorristas en Mallorca, Julián Delgado, anticipa que la huelga se extenderá a otras partes de la isla.
Delgado afirma que las pésimas condiciones laborales incluyen empleados forzados a realizar horas extras. Los bajos salarios les impiden llegar a fin de mes. “No es de extrañar que algunos vivan en caravanas o incluso en las mismas playas.”
Las quejas sobre la vivienda se hicieron oír durante una protesta el domingo por la mañana en el Paseo Marítimo de Palma. La situación de los socorristas es “incompatible con la dignidad” y está marcada por salarios erosionados por la inflación, por la temporalidad en el empleo y por condiciones que “impiden una vida independiente, especialmente en el contexto de una grave crisis de vivienda”.
En su opinión, “la responsabilidad recae en el Govern Balear y en su presidenta, Marga Prohens”. Hubo pancartas exigiendo su dimisión. Acusan al gobierno autonómico de ignorar la emergencia habitacional y de no aprovechar el “superávit turístico” para mejorar y fortalecer los servicios públicos. El gobierno es “cómplice” de los hoteleros y les favorece.
También acusan a la dirección general de Emergencias de permitir que los ayuntamientos y las empresas incumplan la legislación, poniendo así vidas en riesgo al dejar playas sin socorristas o permitiendo la contratación de personal sin la cualificación adecuada. “Una vida vale cada vez menos para este gobierno.”