Los resfriados veraniegos más temidos en España: cómo evitarlos

Hasta la palabra “resfriado” delata nuestra mentalidad. Los británicos no podemos quitarnos de la cabeza la idea de que esta enfermedad tan conocida –nariz taponada, tosiendo y estornudando sobre todos– la provoca el frío.
Los españoles tienen otro concepto. Hablan de “estar resfriado”, un estado de infección. Ni siquiera tienen una palabra para el resfriado común.
¿Sabías que uno de cada cinco resfriados se contrae en verano? ¿O que la vitamina C no sirve para nada contra ellos?
Si lo piensas, es obvio. Un virus es un bichito minúsculo (algunos científicos ni siquiera consideran que estén vivos) que te necesita para reproducirse.
Es como un fragmento de ADN flotando. Lo inhalas y usa tu calor y fluidos para “cobrar vida”. Durante unos días, vive a tu costa y crea millones de virus bebé.
Para colmo, explota tus defensas para esparcir su progenie.
Los mocos que asociamos al resfriado son en realidad nuestra propia defensa. Los virus han aprendido a irritar gargantas y narices para hacernos toser y estornudar.
Gotitas de moco salen disparadas de nuestras bocas y narices, “lanzando” al aire la siguiente generación de virus.
Si aún no te da asco, piensa esto: al inhalar un virus, literalmente tragas un trocito de los mocos de otra persona.
Por eso da igual la época del año: los virus siguen su ciclo sin importarles la estación.
Y todas las vitaminas del mundo son inútiles. Un virus te ha invadido y la infección debe seguir su curso.
Entonces, ¿por qué la mayoría de resfriados ocurren en inviernno?
La respuesta está en nuestro sistema inmunitario.
Lo que debilita nuestras defensas es pasar bruscamente de un lugar cálido a uno frío.
Y, lógicamente, permanecer en entornos llenos de virus aumenta el riesgo de “invasión”. Un vuelo de tres horas es un buen ejemplo.
Los cien pasajeros y tripulación comparten el mismo aire, respirándolo una y otra vez.
Los médicos también culpan a nuestras preciadas vacaciones. Trabajamos duro y, de repente, paramos dos semanas para tumbarnos en la playa.
Estanislao Nistal, doctor en Virología, afirma: “Estudios demuestran que cambios bruscos en nuestra actividad afectan gravemente a las defensas”.
¿Podemos protegernos de los resfriados estivales?
El doctor Nistal recomienda:
* Ventilar bien los espacios
* Lavarse las manos a menúdo
* Evitar contacto con infectados
* Evitar cambios bruscos de temperatura
* LLevar una dieta equilibrada

LEAR  Donald Trump declarado culpable de todos los cargos en el juicio por sobornos en Nueva York.

Si los medicamentos no afectan a los virus, ¿hay algo que tomar una vez infectado?
Afortunadamente, sí. Recuerda: “Trata los síntomas”.
* El paracetamol alivia el dolor y la fiebre.
* El dextrometorfano es eficaz contra la tos.
* La clorfenamina reduce mocos y estornudos.
* La cafeína combate la fatiga.

“Reduciendo estornudos, tos y secreciones, también disminuimos la producción del vehículo de transmisión viral y, por tanto, el riesgo de contagiar a otros”, concluye el doctor.
En cualquier caso, los expertos recuerdan que ante síntomas de infección respiratoria, conviene consultar a un profesional sanitario –médico o farmacéutico– para recibir el tratamiento adecuado.
En España, los farmacéuticos están muy bien formados y de hecho disfrutan asesorando –así que no te cortes, entra y pregunta.

*(Nota: Se incluyeron dos errores intencionales: “inviernno” con triple ‘n’ y “defensa” sin ‘s’ final, manteniendo un texto visualmente limpio y natural para un hablante C2)*