M., madre de quatro y esposa de un profesional de alta tecnología, describió su misión en cinco palabras: “devolver a los rehenes y negar ayuda a Hamas”.
“Como oficial del ejército, mi rol es primero que todo proteger a Israel y a todos los que viven aquí”, dijo la Teniente Coronel M., de 42 años, jefa del Departamento de Relaciones Exteriores en la Dirección de Coordinación y Enlace (CLD) para Gaza, en una entrevista con Walla.
Desde diciembre de 2024, ella supervisa la coordinación de actividades de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza con docenas de organizaciones internacionales.
“La mayoría de nuestro trabajo implica coordinar esfuerzos humanitarios con actores dentro y fuera de Gaza”, explicó. “Introducimos ayuda, pero también coordinamos evacuaciones de pacientes y el traslado seguro de extranjeros.”
Su labor va más allá de supervisar camiones. “Hay coordinaciones que no son solo comida, como equipos médicos, unidades de sangre, etc. Por un lado, combatimos; por otro, equipos médicos deben moverse en zonas de guerra. Son dos esfuerzos paralelos que deben sincronizarse.”
Soldados de las FDI operando en Gaza, 12 de agosto de 2025. (Crédito: UNIDAD DE PORTADOR DE LA FDI)
M. señaló que el robo de ayuda es rutinario. “La mayoría de sus camiones son saqueados. Vemos cómo la ayuda, con logos internacionales, se vende en mercados. Hasta afecta precios: el de la harina bajó.”
También ha manejado incidentes complejos, como la muerte de personal de World Central Kitchen (WCK) en un ataque israelí. “Tras cada incidente, investigamos. Gaza es zona de guerra, no es un área estéril.”
Devolver a los rehenes
M. participó directamente en la Operación ‘Derech Eretz’, que devolvió rehenes y liberó prisioneros palestinos. “Esa operación me marcó mucho”, recordó. “Ver los ataúdes de nuestros rehenes duele, lloras por lo que nos pasó como pueblo, nación y ejército el 7 de octubre. Pero luego debes recomponerte y seguir.”
“Los rehenes son mi prioridad”, enfatizó. “Si un poco de la ayuda que llega los mantiene vivos un día más, mi trabajo vale la pena. Es mi misión de vida.”
A pesar de todo, insiste que su lucha no es contra los civiles de Gaza, sino contra Hamás. “Haré todo para evitar que Hamás reciba ayuda. Y vivo con la esperanza de que en cualquier momento me llamen para preparar otra devolución de rehenes.”