La demanda insaciable de turistas por visitar España ya se refleja en los precios de hoteles y hostales, que aumentaron un 7% interanual el mes pasado.
Las nuevas cifras revelan que el precio medio de una habitación en mayo costó casi un 50% más que en 2019. Los datos destacan un incremento dramático que ha dejado a turistas y residentes sintiendo el golpe en sus bolsillos.
Esta tendencia muestra un ascenso constante desde 2017, interrumpido solo por una caída brusca en 2020 debido a las restricciones por el COVID-19. Desde entonces, los precios se han disparado, con un aumento del 7% este último mes que se suma al 46% acumulado desde 2019.
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Esta escalada coincide con el resurgimiento turístico pospandemia: Eurostat reporta un 70% más de visitantes desde 2021, una tendencia que no para de acelerarse.
Expertos señalan que el alza de precios responde a múltiples factores. La escasa construcción de nuevos hoteles y las restricciones a los alquileres turísticos —como parte de un plan gubernamental para frenar la escasez de vivienda— han reducido la oferta, elevando los costes.
En regiones como Baleares, donde el turismo representa casi la mitad de la economía según estudios del Parlamento Europeo, el impacto se extiende a los mercados locales, encareciendo aún más la vivienda.
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Los datos llegan tras un récord de 94 millones de visitantes extranjeros en 2024, un 13% más que el año anterior. CaixaBank Research pronostica un crecimiento del 5% en el PIB turístico para 2024. Sin embargo, este auge no está excento de desafíos: Travel and Tour World vincula el turismo masivo con el encarecimiento inmobiliario, que afecta tanto a locales como a expats.
España ya encamina a superar las cifras del año pasado y recibir más de 100 millones de turistas en 2025.
Por ahora, la tendencia alcista no da señales de freno, dejando a muchos preguntándose cómo equilibrar una economía basada en el turismo con las necesidades de sus residentes.