El golpe militar en Mali ha disuelto todos los partidos políticos en el país en medio de una creciente represión a la disidencia desde que el ejército tomó el poder. Todas las reuniones de miembros de partidos políticos y organizaciones de carácter político están disueltas en todo el territorio nacional, según un decreto presidencial leído en la televisión estatal el martes. La medida se espera que genere una resistencia fresca por parte de los partidos políticos que han estado exigiendo que el país regrese al gobierno democrático. Desde el año pasado, las autoridades militares han intensificado la represión de la actividad política. La orden sigue a la suspensión de toda actividad política, otra recomendación de la conferencia nacional, que provocó indignación entre la oposición. Unos cien partidos políticos habían planeado una protesta contra las autoridades de transición la semana pasada, pero la pospusieron tras la suspensión de las actividades políticas. Los líderes de la oposición han condenado la disolución de los partidos políticos. “No importa cuánto intenten hacerte invisible, tu valor no depende de su reconocimiento”, publicó en las redes sociales Nouhoum Togo, presidente del partido Unión por la Salvaguarda de la República (USR). Moussa Mara, ex primer ministro y figura de la oposición, describió las restricciones de la junta como un golpe severo a los esfuerzos de reconciliación iniciados el año pasado. El líder de la junta ha formado una alianza con líderes de golpes en países vecinos como Burkina Faso y Níger, dirigiendo la región hacia Rusia después de reducir drásticamente los lazos con Francia.
