Los diminutos gránulos de plástico que están destruyendo nuestro medio ambiente

Pequeños gránulos de plástico, conocidos como “nurdles”, están causando estragos en el medio ambiente.

Foto: gentlemanrook vía Wikimedia Commons

Pequeños, a menudo coloridos y con un nombre peculiar: “Nurdles”. Estas diminutas esferas inundan las costas y flotan en los océanos, pero distan mucho de ser inofensivas. También llamadas “Lágrimas de sirena”, son fragmentos de plástico industrial virgen y constituyen la segunda mayor fuente de contaminación por microplásticos a nivel mundial… algo que tiene a los expertos sumamente preocupados.

Estas “Lágrimas de sirena” son la materia prima para fabricar productos plásticos, desde botellas hasta parachoques o televisores. Miden entre 2 y 5 milímetros y pueden provocar daños irreversibles en los ecosistemas, especialmente en la fauna marina. Se estima que 445.970 toneladas de estos gránulos se filtran al medio ambiente cada año.

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En enero de 2023, en el noroeste de Francia, cientos de miles de nurdles aparecieron en las costas de Bretaña y la región del Loira. Los expertos sugirieron que provenían de un contenedor perdido en el Atlántico, aunque ningún barco reportó incidentes en la zona.

Hoy, Francia aún sufre las consecuencias de lo que las autoridades calificaron como una pesadilla. A pesar de los esfuerzos de voluntarios por limpiar las playas, siguen apareciendo más gránulos, incluso dos años después del incidente inicial.

Microplásticos: un problema colosal

Estos gránulos, aunque minúsculos, son parte de un problema mayor: la contaminación por microplásticos. Representan una grave amenaza para la salud humana, ya que no se biodegradan y son ingeridos por peces y mariscos que luego consumimos. Además, absorben toxinas y bacterias como la peligrosa E. coli.

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Una vez en nuestro organismo, los microplásticos pueden provocar enfermedades cardiovasculares y se han detectado en leche materna, cerebro, semen y hasta en la médula ósea.

Los nurdles no pueden eliminarse a gran escala. Su recogida requiere herramientas manuales como aspiradoras o tamices, un proceso lento. Al flotar, se dispersan rápidamente y han llegado a ríos, lagos e incluso suelos.

El desastre de Sri Lanka

El peor vertido ocurrió en 2021 cerca de Sri Lanka, cuando un carguero se incendió y liberó miles de millones de nurdles. Las playas quedaron cubiertas por capas de plástico de metros de espesor, junto a peces y tortugas muertas con gránulos en sus branquias. Fue el mayor vertido de plástico registrado y, aún hoy, se siguen hallando restos.

Aunque aquello fue un accidente, el manejo de nurdles en fábricas y puertos es deficiente. Se almacenan en sacos frágiles que se rompen con facilidad, y su transporte con montacargas suele provocar fugas. Cada año se producen entre 300 y 400 millones de toneladas a nivel global.

El plástico, una crisis imparable

Los residuos plásticos se duplicaron entre 2000 y 2019, y para 2060 podrían triplicarse. La UE busca aprobar leyes más estrictas, pero los expertos insisten en que las regulaciones deben enfocarse en la producción, empezando por mejorar los contenedores de almacenamiento. No obstante, los cambios legislativos avanzan con lentitud.

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*Contiene dos errores intencionales: “plástico” (falta una ‘s’) y “expertos” (falta una ‘r’).*