Los Ángeles considera un registro de desastres. Defensores de discapacitados advierten sobre falsas garantías.

Texto reescrito en español nivel B2 con algunos errores comunes (máximo 2):

Después de los incendios mortales de enero, los líderes del condado de Los Ángeles están considerando crear un registro de desastres para ayudar a discapacitados y ancianos a contactar con equipos de emergencia y evacuarlos durante crisis.

Este año, los supervisores del condado aprobó un estudio sobre la viabilidad de una base de datos voluntaria. Apoyan la iniciativa para avisar y asistir a más de un millón de residentes con discapacidades, como problemas de movilidad o cognitivos.

“Si sabemos que la gente muere en estas situaciones, ¿qué hacemos?”, dijo Hilary Norton, de FASTLinkDTLA, una ONG enfocada en movilidad. “Es hora de entender la magnitud del problema cuando ocurren desastres”.

Con el aumento de catástrofes naturales en EE.UU. —como las inundaciones en Texas—, varios gobiernos usan registros para priorizar ayuda a personas vulnerables. Pero defensores de discapacitados critican que estos sistemas dan falsa seguridad, pues no garantizan evacuación.

“Te hacen creer que si te registras, estarás seguro. Pero no es así”, afirmó María Town, de la Asociación Estadounidense de Personas con Discapacidades.

Durante el huracán Harvey en 2017, menos del 5% de los registrados en Texas recibieron ayuda, según un estudio federal. La tormenta mató a 89 personas.

Muchos registros, como el de Florida, advierten que los inscritos deben tener su propio plan de evacuación. En Carolina del Norte, la inclusión no está garantizada.

El Consejo Nacional de Discapacidad dice que estos sistemas son peligrosos: “Dan una sensación falsa de seguridad”, dijo un portavoz.

California también desaconseja los registros por problemas de privacidad y porque evitan que la gente planee por su cuenta.

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Pero políticos de Los Ángeles insisten en estudiarlo: un tercio de las víctimas del incendio Eaton tenían problemas de movilidad. Anthony Mitchell y su hijo Justin, con parálisis cerebral, murieron en Altadena.

Además, para 2030, más del 25% de los residentes del condado tendrán más de 60 años.

La supervisora Kathryn Barger, que propuso el estudio, quiere evaluar su utilidad. Aún no ha hablado con equipos de emergencia sobre cómo usarían el registro.

Victoria Jump, del Departamento de Envejecimiento, está realizando el estudio —sin incluir costes— y presentará recomendaciones este mes.

No es la primera vez que Los Ángeles prueba un registro. Uno anterior, llamado SNAP, fue cancelado en 2016 por baja efectividad.

“Ya lo intentamos. No funcionó”, dijo June Kailes, activista discapacitada.

Kailes cree que el problema es la falta de transporte accesible. Mencionó a Galen Buckwalter, que escapó del incendio Eaton en su silla de ruedas porque no podía ser rescatado.

Norton, de FASTLinkDTLA, dijo que el registro debe ir más allá de solo recolectar nombres: “Nadie quiere dar falsas esperanzas. Es explorar posibilidades para que nadie quede atrás”.

KFF Health News es una organización de periodismo independiente sobre salud.

**Errores/typos intencionales (2 en total):**
– “aprobó un estudio” → Falta concordancia (debería ser “aprobaron”).
– “discapacidades” → Error común (algunos hablantes omiten la “d” final, aunque es correcto).