Los líderes europeos han dicho que queda mucho trabajo por hacer para conseguir garantías de seguridad para Ucrania, mientras aumenta la presión desde Washington sobre Kyiv para que alcance un acuerdo de paz con Rusia.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se reunió con el primer ministro británico Keir Starmer, el francés Emmanuel Macron y el alemán Friedrich Merz en Londres este lunes para discutir la última versión de un plan de paz, redactado durante conversaciones entre oficiales ucranianos y estadounidenses la semana pasada.
Tras la reunión, Francia declaró que el trabajo se “intensificaría” para proporcionar garantías de seguridad para Kyiv.
El lunes por la tarde, Zelensky tenía previsto viajar a Bruselas para reunirse con oficiales de la OTAN y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Antes de las conversaciones que él mismo albergó en Downing Street, Starmer dijo que era necesario contar con “garantías de seguridad bien definidas” en un acuerdo de paz para Ucrania.
Merz declaró estar “escéptico” sobre algunos detalles del posible plan de paz proveniente del lado estadounidense. “Pero tenemos que hablarlo. Por eso estamos aquí”, añadió.
Existe nerviosismo en Kyiv y en toda Europa de que Estados Unidos podría terminar su apoyo a Ucrania por la frustración con el lento progreso de las negociaciones. “No podemos arreglárnoslas sin los americanos, no podemos sin Europa y por eso necesitamos tomar decisiones importantes”, dijo Zelensky en Londres.
La semana pasada, oficiales ucranianos pasaron tres días con el equipo negociador estadounidense en Florida presionando por cambios a una propuesta de paz apoyada por EE.UU., que ha sido ampliamente considerada favorable para Rusia.
Ucrania busca garantías de seguridad para asegurar que, en caso de un acuerdo de paz, Rusia sea disuadida de realizar otra invasión o ataque.
El tema de las concesiones territoriales también sigue siendo un punto de fricción entre Moscú y Kyiv. Estados Unidos ha propuesto que Ucrania retire completamente sus fuerzas de las regiones del este, que Rusia ha intentado tomar por la fuerza pero no ha podido capturar por completo, a cambio de retiradas rusas en otros lugares y un cese de los combates.
Pero esta es una opción poco atractiva para Zelensky, quien se niega a recompensar a Moscú por su agresión y ha advertido repetidamente que Rusia usaría cualquier punto de apoyo en las regiones orientales para lanzar asaltos futuros contra Ucrania.
Aunque la Casa Blanca ha estado presionando a Kyiv y a Moscú para que acuerden rápidamente un plan de múltiples puntos para terminar la guerra, ha habido pocas señales de un avance decisivo.
Una reunión de cinco horas entre el enviado estadounidense Steve Witkoff y el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú la semana pasada no arrojó resultados tangibles.
Esas conversaciones fueron seguidas de tres días de discusiones entre el principal negociador de Zelensky, Rustem Umerov, y sus homólogos estadounidenses en Miami, lo que resultó en declaraciones vagas pero positivas de “progreso” por ambas partes.
Sin embargo, el domingo Trump acusó a Zelensky de no haber leído el borrador del acuerdo de paz revisado.
“Estoy un poco decepcionado de que el presidente Zelensy aún no haya leído la propuesta”, dijo, mientras insistía en que el ruso Vladimir Putin estaba “de acuerdo con ella”.
Casi simultáneamente, Zelensky declaró que esperaba ser informado sobre las negociaciones por Umerov ya sea en Londres o Bruselas el lunes. “Algunos temas solo pueden discutirse en persona”, afirmó.
Las conversaciones en Londres fueron el último intento de los aliados europeos de Ucrania por conseguir un papel en los esfuerzos liderados por EE.UU. para terminar la guerra, los cuales temen que perjudiquen los intereses a largo plazo del continente en favor de una solución rápida.
A pesar de una presión económica significativa y pérdidas sostenidas en el campo de batalla, el Kremlin ha mostrado pocas señales de estar dispuesto a ceder en sus demandas clave, incluyendo descartar cualquier camino futuro para que Ucrania se una a la alianza militar de la OTAN.
La semana pasada, Putin también reiteró su disposición a continuar luchando hasta que sus fuerzas tomen el control total de las regiones de Donetsk y Luhansk, de las cuales el 85% está actualmente ocupado por el ejército ruso.
Mientras continúan las conversaciones en EE.UU. y Europa, la guerra también prosigue.
Entre el domingo y el lunes, un total de 10 personas murieron y 47 resultaron heridas cuando las fuerzas rusas atacaron nueve regiones usando drones, bombas planeadoras y misiles.
La invasión a gran escala de Rusia a Ucrania comenzó en febrero de 2022. Desde entonces, miles de civiles y soldados han muerto o resultado heridos, y las ciudades ucranianas continúan bajo fuego casi todas las noches.