Las Illes Balears cerraron el ejercicio 2024 con 18,7 millones de turistas recibidos, aproximadamente novecientos mil más que el año precedente. No obstante, las cifras oficiales no reflejan la realidad al completo. Lo cierto es que las islas acogen a un volumen de visitantes superior al registrado como pernoctante, dado que las excursiones de un solo día quedan fuera de las estadísticas.
La mayoría de estos visitantes diarios son pasajeros de cruceros que desembarcan para deambular por el casco antiguo de Palma antes de regresar a sus naves. Según el Institut Balear d’Estadística (IBESTAT), 1,5 millones de cruceristas desembarcaron en 2024 sin pernoctar. Más de un millón lo hicieron en Mallorca, mientras que alrededor de 394.000 visitaron Ibiza y 67.000 Menorca. El año anterior, la cifra total ascendió a 1,6 millones —un 5% superior.
De contabilizarse estas excursiones diarias junto a las estancias pernoctantes, el número total de visitantes en 2024 superaría los 20 millones, de acuerdo con datos del IBESTAT y del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Fòrum de la Societat Civil alega que se necesitan estadísticas más transparentes y precisas para ofrecer una visión más nítida de la presión turística que sufren las islas. “Una estadística de baja calidad implica una democracia de baja calidad”, afirmó la portavoz del colectivo, Margalida Ramis, quien tildó de “desastre” el estado de las cifras.
Ramis, del grupo ecologista GOB, y Jaume Garau, de Palma XXI —dos de las voces principales del Fòrum en las negociaciones con el gobierno autonómico— critican la omisión de los visitantes de cruceros en los recuentos oficiales. Sostienen que esto mina la credibilidad de los datos, en un momento en el que el Pacto por la Sostenibilidad debería fundamentarse en “datos fiables” para justificar las decisiones políticas. Sin dichos datos, advirtió Ramis, “no nos queda más que depender de encuestas de percepción.”