Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), ha promovido recientemente un plan integral de inmigración de línea dura que podría desmantelar de raíz el camino actual hacia la residencia legal para inmigrantes indocumentados de larga duración.
El eje central de su propuesta es un endurecimiento drástico del sistema de “Arraigo”, con la idea de condicionarlo estrictamente a tener un empleo regular y haber logrado ya cierto grado de integración en la sociedad. La propuesta desafía directamente las recientes reformas del actual Gobierno español que entraron en vigor en mayo de 2025, las cuales buscaban liberalizar y simplificar el proceso de regularización.
El ataque al ‘arraigo’ y la obligatoriedad del contrato
Bajo la legislación vigente en España, el sistema de Arraigo ofrece varias vías para obtener la residencia temporal. La más común, el “Arraigo Social”, requería tradicionalmente tres años de estancia continuada y una oferta o contrato de trabajo. No obstante, las recientes reformas (RD 1155/2024, para mayo de 2025) lo han ampliado significativamente, reduciendo el tiempo de residencia requerido a dos años en ciertos casos y permitiendo demostrar medios de vida alternativos o trabajo por cuenta propia en vez de un contrato obligatorio.
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La propuesta de Feijóo busca revertir esta liberalización. El líder manifestó explícitamente que el PP limitaría los permisos de residencia por Arraigo, condicionándolos a poseer un contrato de trabajo o a acreditar una búsqueda activa de empleo. Según el líder popular, la lógica subyacente es que los inmigrantes deben “contribuir con su trabajo” y no “vivir de las ayudas sociales”, citando supuestos que afirman que más de medio millón de inmigrantes reciben subsidios sin trabajar. Arguyó que el trabajo debe ser la “puerta de entrada” y la “garantía para la integración”.
La introducción del ‘visado temporal’ y la expulsión
El mecanismo central del plan para el control laboral es el propuesto “visado temporal”. Este visado otorgaría a los migrantes un plazo limitado para ser contratados. Si encuentran empleo y se integran, podrán quedarse; si no, se enfrentarían a la expulsión. Este nuevo visado, junto con un sistema de entrada por puntos para la migración legal, pretende devolver el “orden” al sistema actual.
Un listón más alto para la residencia española
La integración, bajo la visión de Feijóo, va mucho más allá de un empleo. El PP propone incrementar los obstáculos culturales y lingüísticos para obtener la nacionalidad española. El requisito actual de competencia lingüística es el nivel A2 (elemental) del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). El PP pretende elevar el listón hasta un nivel de español B2 (intermedio-avanzado), lo que supone un salto considerable en fluidez y comprención, requiriendo un esfuerzo de estudio sustancialmente mayor. Dicho nivel equivaldría esencialmente a la capacidad de mantener cualquier conversación cotidiana básica, incluso con ciertos errores gramaticales, de vocabulario o de pronunciación.
¿No será solo bravuconería preelectoral?
Existe una baja probabilidad de que esta política tenga un efecto notable para aquellos con recursos económicos para mantenerse. Aprender español hasta un nivel B2 en solo 3 años, compatibilizándolo con un trabajo u otras actividades responsables, resulta improbable para la mayoría. Además, la acreditación de un trabajo continuado eximiría del requisito lingüístico en cualquier caso, al igual que cualquiera de las otras dos vías restantes.
Feijóo insiste en que la residencia debe ser un “mérito”, no una “mera gestión administrativa”. Bajo su nueva normativa de arraigo, los solicitantes necesitarían firmar una “Carta de Compromiso” acordando seguir las costumbres, leyes y valores españoles, y tendrían que aprobar una “prueba reforzada” sobre las instituciones, leyes e historia del país. Esta prueba supondría un retorno a lo ya existente antes de mayo de 2025 y frecuentemente se cita como mucho menos dificultosa que su homóloga británica. Mike S, residente de larga duración en Madrid, realizó dicha prueba recientemente. La pregunta final, según relata, fue: “¿Quién es Belén Esteban? (popular colaboradora de programas del corazón). Acto seguido, la examinadora le dijo: ‘No se preocupe, era una broma.'”
En definitiva, las propuestas del PP auguran un giro radical, alejándose del modelo actual centrado en criterios humanitarios y de necesidades del mercado laboral, para orientarse hacia uno que prioriza la asimilación rigurosa en la sociedad española. Sin embargo, es poco probable que suceda algo que marque una gran diferencia. La propuesta del PP simplemente pretende asegurar que la residencia por Arraigo se reserve para quienes puedan demostrar una contribución activa y un compromiso con la sociedad española, y no representen una carga para la misma.
En cualquier caso, para una evaluación más detallada sobre solicitudes de residencia, consulte siempre con un abogado de inmigración cualificado en España antes de considerar la residencia, ya que existen demasiadas vías para mencionarlas todas aquí.
