Se estima que unas nueve mil personas acudieron al espectáculo aéreo de la Fuerza Aérea el sábado. Con motivo del 75 aniversario de la base aérea militar de Son Sant Joan, el evento atrajo una publicidad considerablemente más positiva que la reciente polémica en torno al depósito de armas y misiles proyectado. La única nota negativa la protagonizó un vuelo de pruebas del F-18 Hornet que participaría en la exhibición, el cual provocó retrasos en los vuelos comerciales regulares. Un pasajero de un vuelo procedente de Barcelona reportó que su avión fue retenido dos horas antes del despegue; el piloto explicó que la prioridad era para la fuerza aérea.
Las operaciones normales en el aeropuerto fueron suspendidas durante noventa minutos el sábado. Esta interrupción no generó trastornos significativos, pues las aerolíneas habían recibido un preaviso con suficiente antelación. De haber existido demoras, es más probable que se debieran a factores meteorológicos. En un momento dado, se temió que el espectáculo aéreo tuviera que cancelarse, ya que la Aemet había emitido alertas (ámbar en el área de Palma) por lluvias, tormentas y viento. Se llegó a prever una acumulación de hasta cien litros por metro cuadrado de precipitación. Finalmente, la máxima acumulación registrada —unos cuarenta y cuatro litros— se dio en la Tramuntana. El riesgo de fuertes vientos se desvaneció: la ráfaga máxima en el aeropuerto fue de apenas dieciocho kilómetros por hora, lo que según la Escala de Beaufort equivale a una brisa ligera.
Hidroaviones y aeronaves
Todas las aeronaves programadas para el espectáculo aéreo realizaron sus vuelos, a excepción de un avión anfibio Canadair de los destinados a la extinción de incendios, con base en la bahía de Pollensa. La base militar de Puerto Pollensa se abre ocasionalmente al público —con mayor frecuencia que Son Sant Joan—. En los últimos años se han realizado eventos con hidroaviones, lo cual ha fomentado el interés por desarrollar más actividades relacionadas.
La Asociación Aeronáutica de Mallorca ha sido el motor detrás de las propuestas para Pollensa. No se ha contemplado la operación de vuelos comerciales, sino que se ha abogado por vuelos civiles como parte de un centro de entrenamiento para hidroaviones. Aunque la base militar en general se ha mostrado favorable a posibles desarrollos, los obstáculos han incluido al Ministerio de Defensa, la Agencia de Seguridad Aérea y el ayuntamiento, cuya postura depende de su composición política en cada momento. Impávida, la asociación ha ideado otra propuesta: el uso de hidroaviones para monitorizar la trata de personas y la inmigración ilegal en embarcaciones menores. Al parecer, esto requeriría ciertos ajustes en la legislación de la UE, por lo que existe un plan para ejercer presión ante la Comisión Europea.
En conjunto, es probable que las perspectivas de un uso más amplio de los hidroaviones sean más halagüeñas que la posibilidad de que las aeronaves lleguen a operar vuelos comerciales a Palma. Las expectativas en torno a la aeronave Airlander, con la que Air Nostrum ha establecido cierto compromiso, resurgen periódicamente. Lo han hecho nuevamente, esta vez con la firma de un memorándum de entendimiento para desarrollar una variante Airlander 10 de propulsión hidroeléctrica. ¿Llegarán a existir vuelos en aeronave a Palma? Quién puede decirlo, aunque algunos opinan que antes volarán los cerdos.
Los problemas del aeropuerto
Las obras de remodelación en el Aeropuerto de Palma no han estado exentas de controversia. Se han planteado inquietudes en materia de seguridad, lo cual a su vez ha generado críticas sobre la imagen que se proyecta. El incidente más publicitado ocurrió en julio, cuando unos escombros atravesaron la claraboya cercana a la recogida de equipajes. Políticos y empresarios han calificado la situación de “desastrosa”, “caótica” y “deplorable”. Todo esto ha reforzado las ambiciones tanto de la derecha como de la izquierda en el espectro político para lograr una cogestión del aeropuerto. No obstante, las posibilidades de que esto ocurra son remotas; los accionistas privados del 49% de Aena constituyen un obstáculo considerable.
Un informe que detallaba estos problemas concluía con una declaración del vicepresidente de la autoridad aeroportuaria, Javier Marín, quien afirmó que el objetivo principal es “ofrecer un aeropuerto más moderno y eficiente, adaptado a las necesidades de pasajeros, empleados y aerolíneas, y prestar el servicio de calidad que Mallorca necesita”. Se prevé que todos los trabajos estén completados hacia finales de 2026.
Sobreventa en los aviones
La asociación de agencias de viajes de Baleares ha llamado la atención sobre lo que describe como un nivel de sobreventa de plazas aéreas sin precedentes. Esto afecta especialmente a aeropuertos como el de Palma debido al volumen de vuelos que acogen el descuento para residentes. La asociación señaló esta circunstancia como una razón clave para toda la sobreventa, práctica que no es ilegal y siempre ha existido, pero no en la magnitud actual.
Se arguye que la raíz del problema es la deuda que el Gobierno español mantiene con las aerolíneas. La Asociación de Líneas Aéreas en España la cifra en torno a los trescientos millones de euros, dinero que no ha sido abonado para cubrir la subvención del descuento. Las aerolíneas practican la sobreventa porque saben que no todas las reservas con descuento serán utilizadas, y quedan sin compensación, ya que la subvención solo se paga (a la postre) por los vuelos realizados.
Compromiso con el ferrocarril
El ministro de Transportes de España, Óscar Puente, se encontraba en Palma el lunes para la inauguración oficial del Paseo Marítimo renovado. Su presencia se debía a que la vía depende de la Autoridad Portuaria de Baleares; él es el ministro responsable de Puertos del Estado, entre los que se incluye Palma. Sin embargo, para la presidenta Prohens, una de las diversas otras ‘autoridades’ presentes, tuvo mayor importancia lo que Puente declaró acerca de la financiación estatal de proyectos ferroviarios en Mallorca. En sus palabras, la isla “no puede quedarse atrás”. “Estamos absolutamente comprometidos con el crecimiento de la red ferroviaria”, recalcó. Para la presidenta y el consejero regional, José Luis Mateo, esto fue música para sus oídos y generó de inmediato especulaciones sobre que la línea de Manacor a Artá, la de menor prioridad en los proyectos ferroviarios del Govern balear, sería ahora más probable que recibiera luz verde.
Sin límites al alquiler, menos ayuda financiera
Mateo también ostenta la cartera de vivienda. En un tono menos cordial en lo que respecta a las relaciones con el Gobierno de Sánchez en Madrid, se conoció la noticia de que Baleares podría recibir menos ayuda financiera para la construcción de viviendas si el Govern autonómico no adopta la política de aplicar límites al precio del alquiler en las denominadas zonas tensionadas. La reducción podría alcanzar el veinte por ciento.
El Govern del Partido Popular en Palma se ha resistido a aceptar esta política, argumentando —entre otras cosas— que socavaría las competencias autonómicas en materia de decisión sobre vivienda. También existe la opinión de que los límites al alquiler son contraproducentes, ya que reducen la disponibilidad de inmuebles. Otro asunto es hasta qué punto Mallorca y el resto de Baleares serían clasificadas como zonas tensionadas. Una perspectiva sostiene que la mayor parte de la región quedaría sujeta a los criterios.
Mientras tanto, y demostrando que las posturas respecto a restringir la compra de viviendas por extranjeros pueden ser comunes tanto a la derecha como a la izquierda, Vox ha presentado una moción en el Congreso para “frenar la compra masiva de viviendas” por parte de inversores extranjeros.
Día de demolición
En Magaluf y Peguera, se ha procedido a derribar edificios en lugar de construirlos. La presidenta Prohens estuvo presente para el inicio de las demoliciones del Hotel Teix en Magaluf y del Hostal Colón en Peguera. Estos solares darán paso, respectivamente, a servicios públicos para residentes aún por determinar y a un aparcamiento. Los Fondos Next Generation de la UE han acelerado la adquisición de ambas propiedades por el Ayuntamiento de Calvià y su posterior demolición. Como parte de la revitalización de los centros turísticos del municipio, la presidenta señaló que el inicio de las demoliciones era “un día que seguramente será recordado durante muchos años” —quizá una exageración—. Añadió que estos eran ejemplos de la transformación de Baleares y del “compromiso con la contención, con el crecimiento en valor en lugar de en volumen, y con el bienestar de los residentes”.
La caída del turismo alemán
La contención, en referencia al control de la cifra de turistas, fue un tema retomado por el consejero de Turismo, Jaume Bauzá, en el parlamento el martes. Respondió a una acusación de la oposición por no haber tomado “ninguna medida audaz para revertir la saturación (turística)”, culpando a la izquierda —no por primera vez— del masificación y la saturación. Este intercambio siguió a las observaciones del consejero sobre un informe del instituto turístico Turespaña, que señalaba las protestas antiturismo como un factor que explicaría la caída del turismo alemán en Mallorca, un descenso que, según las previsiones, continuará durante la temporada baja invernal. “No le damos mucha importancia a este asunto”, declaró Bauzá sobre las protestas.
Turespaña también había destacado el impacto de los precios, y el consejero coincidió en que los destinos más económicos se están beneficiando. Pero, si bien es “siempre preocupante cuando algunos mercados decaen” (incluyó también al turismo británico), señaló que otros mercados, como el francés, están compensando esta situación. La diversificación de mercados, concluyó el consejero, “es un plus para el turismo en Baleares”.
La asociación de agencias de viajes, que previamente consideraba que las protestas no habían afectado al turismo alemán, ahora se pregunta si lo han hecho. Dado que los precios son más bajos en invierno, estos ya no serían “una excusa válida” para explicar el declive, habiendo citado Turespaña cifras de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) que apuntan a una caída del diez por ciento en las reservas de vuelos desde Alemania a Baleares —léase, Mallorca— durante la temporada baja.