Los avances tecnológicos en la sanidad: oportunidades y desafíos
Desde el seguimiento de datos en tiempo real hasta la utilización de los historiales médicos existentes, los expertos en el ámbito sanitario vislumbran un futuro en el que la tecnología puede mejorar los resultados clínicos y reducir los costes, aunque persisten algunos retos importantes.
Durante una sesión la semana pasada en la Healthcare 2030 Summit de la Digital Medicine Society en Washington D.C., un panel de cuatro expertos sanitarios compartió las tecnologías que más les entusiasman, así como aquellos aspectos que aún les generan dudas.
El monitoreo continuo de datos, un territorio por explorar
Amy Abernethy, cofundadora de Highlander Health, destacó innovaciones próximas como chips implantables con una larga duración de batería que pueden rastrear continuamente más de 130 metabolitos en tiempo real. Herramientas que describió como similares a los monitores continuos de glucosa, pero más avanzadas. Afirmó ver un futuro lleno de potencial para los flujos de datos longitudinales y continuos, combinados con otras entradas de sensores.
No obstante, Abernethy también advirtió de que el sector sanitario aún no está preparado para interpretar esta avalancha de datos, señalando que los marcos de evidencia actuales están obsoletos, lo que deja a los clínicos con incertidumbre sobre cómo actuar ante estas nuevas métricas.
Transformar los datos sanitarios en valor
Matthew Christiansen, vicepresidente de asuntos sanitarios y director médico de Valley Health System, se muestra entusiasmado con las herramientas de IA que hacen el trabajo clínico más eficiente al finalmente aprovechar las inmensas cantidades de datos de salud ya recopiladas.
"Pienso en nuestros historiales médicos electrónicos, que nos ralentizan y cuestan muchísimo dinero. Son muy ineficientes. Son los botones más caros de toda la consulta, y no hacemos nada con todos esos datos. Deberíamos usar la inteligencia artificial para ayudarnos a comprender lo que ya tenemos y saber qué hacer con ello", declaró.
Christiansen cree que la IA puede ayudar a señalar información importante, como registros de cribado faltantes, así como a reducir la carga administrativa de los clínicos.
Reducción de costes con tecnología más inteligente
Lisa Bari, responsable de política y asuntos externos de Innovaccer, comentó que deposita sus mayores esperanzas en las herramientas que ayudan a conectar datos y a hacerlos más útiles en el punto de atención al paciente.
Advirtió sobre la adopción de nuevas herramientas que añaden costes sin mejorar los resultados. Para ella, la prioridad deberían ser las tecnologías que puedan reducir los costes subyacentes de la atención sanitaria.
"Precisamente en este momento, la sanidad es tan cara que cuando simplemente añadimos tecnología como algo brillante y nuevo, corremos el riesgo de aumentar drásticamente aún más el coste de la atención. Una de las cosas que realmente espero y por la que trabajo —no es fácil y aún no lo hemos resuelto— es encontrar formas de reducir drasticamente esa base de costes con tecnología avanzada", señaló Bari.
El punto de encuentro entre los wearables y la IA
Annie Tilton, directora de investigación de resultados clínicos en Oura, está observando la convergencia de los dispositivos portátiles y la inteligencia artificial.
Señaló que los wearables pueden trasladar la atención sanitaria de un tratamiento reactivo a uno preventivo, e involucran a los pacientes fuera de la clínica.
"Por el lado de la IA, estamos pasando de modelos predictivos a sistemas agentivos multimodales que pueden apoyar a pacientes y proveedores entre visitas, proporcionando más información para tomar decisiones basadas en la atención y construyendo un sistema más continuo, además de ofrecer una medicina más personalizada manteniendo la privacidad", afirmó Tilton.
También señaló que existe un "claro consenso" en que las herramientas de IA solo podrán tener un impacto en el sector sanitario si son accesibles, confiables y prácticas.