Expatriados británicos sopesan las opciones escolares entre la educación al estilo británico y la española.
Crédito de la foto: javier trueba via Unsplash
Los expatriados en España que se preparan para matricular a sus hijos en un nuevo país pueden sentirse divididos a la hora de elegir entre una institución educativa británica o una española. Al fin y al cabo, con currículos y enfoques fundamentalmente distintos, la elección de un centro escolar idóneo resulta crucial para el futuro académico de los estudiantes, así como para su crecimiento personal e incluso su visión del mundo.
¿Bilingüe o monolingüe?
Para aquellos cuyos hijos son algo mayores, puede ser una opción muy plausible –con menos dificultades de adaptación– optar por una institución británica, que suelen ser monolingües. Si ya dominan el inglés, podría parecer la decisión más lógica. No obstante, la competencia lingüística en español puede desarrollarse mejor en un centro español, que normalmente son bilingües y fomentarán que los niños aprendan el idioma sin sumergirlos por completo en el vacío de una lengua nueva.
Puede ser de gran valor consultar testimonios de padres cuyos hijos hayan asistido a los centros locales que se estén considerando, a fin de obtener una valoración personal sobre la calidad del colegio y el énfasis que otorga a distintos aspectos del currículum, incluido el idioma de trabajo principal del alumnado.
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Diferencias entre el sistema británico y el español
Además del idioma y del intercambio cultural, es importante reconocer las diferencias entre el currículum británico y el español. El sistema británico, que gana popularidad en España año tras año (España es el país europeo con mayor número de instituciones educativas británicas en la actualidad), hace especial hincapié en la creatividad y la vertiente práctica, mientras que el plan de estudios español se centra más en la teoría y la memorización.
El sistema británico prioriza el aprendizaje mediante la práctica: diseño de proyectos, experimentación en laboratorios, participación en recreaciones históricas o creación de distintas campañas. Asimismo, este sistema concede menos importancia a los exámenes finales y se inclina más hacia la evaluación continua mediante proyectos semanales.
Por otro lado, el sistema español es más homogéneo, pues todos los alumnos reciben los mismos contenidos al mismo ritmo. Las instituciones educativas en España suelen poner mayor énfasis en la repetición, la memorización y la gramática, en lugar de en las aplicaciones prácticas. El aula está más orientada hacia los exámenes y presenta un ambiente más formal, donde la formalidad constituye un valor fundamental. El currículum también conlleva una carga de deberes más elevada y depende en gran medida de los libros de texto.
Una elección que depende de las prioridades de los padres
En definitiva, existe una gran variedad de opciones educativas excelentes en España, y a la hora de elegir colegio, lo más importante es valorar qué se adecúa mejor a cada familia y a cada niño en concreto.
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