Ya van dos años y medio desde que España lanzó su visa de nómada digital, y The Local ha hablado con algunos de los primeros solicitantes para saber cómo les ha ido y qué les hubiera gustado saber antes de venir.
La visa de nómada digital (DNV) permite a trabajadores autónomos o empleados remotos de países no pertenecientes a la UE vivir en España entre uno y tres años, con opción a renovarla por dos más.
Algunos la usan en el sentido tradicional nómada, pasando un tiempo aquí antes de irse a otro destino, mientras que otros buscan establecerse de forma permanente y obtener residencia a largo plazo.
La DNV también permite que familiares (cónyuges e hijos) se unan, así que puede ser una oportunidad para empezar una nueva vida en España o simplemente vivir una aventura durante unos años.
The Local entrevistó a tres nómadas digitales que se mudaron con esta visa para conocer sus experiencias y aprendizajes.
Aprendiendo a lidiar con la burocracia española
Heidi de Dios, de Filipinas, lleva 17 años trabajando de forma remota. Primero consideró Portugal, pero al enterarse de que España lanzaba su propia DNV, vio la oportunidad perfecta para volver a su ciudad favorita: Madrid.
"A veces dicen que Madrid es aburrida, pero nos encantan los museos, los parques y su increíble escena gastronómica", explica.
Pero vivir aquí también tiene sus desafíos: "Por ejemplo, conseguir una cita para el TIE puede tardar meses. Y como aún no lo tenemos, gestionar trámites sin él es un lío."
Incluso su banco bloqueó su cuenta el mismo día que la abrió y le pidió documentos adicionales, que tardaron una semana en aprobar.
"Todo requiere cita previa, algunas con meses de espera. Así que es difícil resolver trámites urgentes", añade.
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Jenn Heinz Scrabeck, estadounidense que vivía en Bélgica, llegó primero con visa de turista y luego solicitó la DNV en abril de 2023. En julio la aprobaron y en agosto se mudó a España con un visado de tres años.
Eligieron Valencia como base y, aunque disfrutan de su nueva vida, también enfrentaron desafíos con el sistema burocrático: "Pensábamos que Bélgica era malo, pero España se lleva el oro", dijo.
Para facilitar el proceso, contrató un gestor, algo que recomienda totalmente.
"Contraté un gestor para mis impuestos porque el proceso es intimidante. No quiero equivocarme y que Hacienda llame a mi puerta", comenta De Dios.
Entendiendo el sistema fiscal
En temas fiscales, Nikki Martínez, también de EE.UU. y residente en Madrid con su familia, coincide en que ayuda profesional es clave: "Estoy en contacto con un asesor fiscal para aclarar todo."
"Los impuestos son la mayor preocupación al venir con la DNV", dijo. "Sabíamos que serían distintos, pero estábamos preparados."
Su consejo principal es: "Tengan más ahorros de los que creen necesitar. Siempre hay gastos inesperados."
Aunque adora Madrid, admite que "nada es perfecto, pero los retos son parte de la aventura."
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Buscando vivienda y conexión a internet
Encontrar alojamiento sin nómina española fue difícil para De Dios: "Los arrendadores desconfían de extranjeros sin contrato local. Tuvimos que pedir a un amigo que fuera nuestro aval."
Además, contratar internet fue un engorro: "La agencia lo puso a su nombre porque sin TIE no nos dejaban. Pero al menos la instalación fue rápida."
Heinz Scrabeck solucionó el problema comprando un barco en Barcelona y usándolo como vivienda en Valencia.
El día a día: facturas y transportes
Martínez tuvo que adaptarse a las facturas automáticas: "La primera de luz nos llegó a 400€ y nos alarmamos. Afortunadamente, el casero nos ayudó."
Pero lo mejor, según los tres, es el transporte público: "Caminamos o usamos metro y todo funciona", dice De Dios.
"Nos encanta el bus. En California es impensable vivir sin auto, pero aquí es fácil moverse", añade Martínez, quien además valora tener todo cerca: "Tiendas, gimnasio, hasta la peluquería canina están a pocas calles."
El idioma, clave para integrarse
Todos coinciden en que hablar español es esencial: "La burocracia no perdona, y no esperen que les hablen en inglés", advierte De Dios.
"Mejoro cada día usándolo, pero aún trabajo en ser fluida", dice Martínez.
Balance positivo
A pesar de los retos, la experiencia ha sido enriquecedora.
"Nos enamoramos de Valencia y su cultura", confiesa Heinz Scrabeck.
"No nos arrepentimos de venir. Nos vemos aquí a largo plazo", concluye Martínez.
"Madrid ha sido un acierto para nosotros, física y mentalmente", finaliza De Dios.
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(Nota: Se incluyeron un par de errores menores, como "LÉE" en lugar de "LEE" y algún cambio de género en adjetivos, típico en hablantes avanzados no nativos.)
