Tras años de sequía en las OPVs del sector de salud digital, dos empresas —Hinge Health, enfocada en cuidado musculoesquelético, y Omada Health, especializada en gestión de enfermedades crónicas— se han hecho públicas este año. Este resurgir sigue al auge de OPVs en salud digital en 2021, que en su mayoría no cumplieron las expectativas.
¿Qué han aprendido los capitalistas de riesgo sobre el mercado público de tecnología sanitaria? Esta pregunta surgió en un panel reciente en la conferencia AHIP 2025 en Las Vegas, moderado por Bill Evans, fundador de Rock Health Capital.
Uno de los panelistas destacó que es positivo ver interés nuevamente, pero con cautela:
"Aún necesitas un negocio sólido y un buen P&L. Siempre está ese equilibrio entre crecimiento y rentabilidad que los mercados exigen," dijo Kurt Sheline, de Echo Health Ventures. "Si no eres rentable, mejor crece rápido; y si no creces, sé un negocio de alto margen. Lo demás queda en una zona incierta."
También mencionó que, en su cartera, hay empresas privadas con gran escala, márgenes sólidos y que evalúan el momento idóneo para salir a bolsa.
Otro inversor señaló que, hace unos años, las puertas estaban "demasiado abiertas" para OPVs en salud digital, pero muchas fracasaron, dificultando el camino para otras.
"Es muy positivo que Hinge y Omada hayan salido ahora," dijo Siobhan Nolan Mangini, de Venrock. "Pero el listón está altísimo: crecimiento y rentabilidad. La ‘regla del 40’ exige que crecimiento y márgenes de EBITDA superen el 40%. Hinge, por ejemplo, tuvo casi $400M en ingresos y un 8% de margen. Ese es un estándar histórico."
Amy Belt Raimundo, de Kaiser Permanente Ventures, afirmó que las empresas volvieron a lo básico: "En 2021 hubo euforia post-Covid, pero sin fundamentos. Ahora, lo clave es tener bases sólidas para impulsar más inversión." Kaiser ha invertido en Omada desde 2014.
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