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La abrupta decisión de la administración Trump de imponer una tarifa de $100,000 (€85,000) sobre las visas H-1B ha sorprendido y desconcertado a empleadores, estudiantes y trabajadores desde Estados Unidos hasta la India y otros lugares.
Desde que anunció la medida el viernes, la Casa Blanca ha intentado tranquilizar a las empresas nerviosas, aclarando que la tarifa no se aplica a los titulares de visas existentes y que sus empleados H-1B que viajan al extranjero no quedarán varados, incapaces de reingresar a los Estados Unidos sin pagar los $100,000. La nueva política entró en vigencia a las 12:01 a.m. ET del domingo.
A pesar del esfuerzo por calmar los ánimos, “todavía hay algunas personas que recomiendan a sus empleados H-1B que no viajen en este momento hasta que la situación esté un poco más clara”, señaló Leon Rodríguez, socio del bufete de abogados Seyfarth y exdirector de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos durante la administración Obama.
Quedan otras preguntas, algunas de ellas fundamentales. “¿Cuál es verdaderamente el proceso para pagar estos $100,000?”, dijo Rodríguez. “Por lo general, cuando una agencia va a cobrar una tarifa, hay un proceso completo. Existe la creación de formularios para recaudar ese pago… en este punto, realmente no sabemos cómo será ese proceso.”
“Quedan preguntas importantes, como si la nueva tarifa se aplicará a universidades y organizaciones de investigación sin fines de lucro, empleadores que el Congreso ha eximido del límite anual de visas H-1B”, comentó Bo Cooper, socio de la firma de abogados de inmigración Fragomen, Del Rey, Bernsen & Loewy.
A continuación, un vistazo a qué es el programa de visas H-1B y lo que la administración Trump le está haciendo.
¿Qué son las visas H-1B y quién las utiliza?
Creadas por la Ley de Inmigración de 1990, son un tipo de visa no inmigrante destinada a permitir que empresas estadounidenses contraten a personas con habilidades técnicas difíciles de encontrar localmente. Las visas no están diseñadas para quienes desean residir permanentemente. Algunos eventualmente lo logran, pero solo después de transitionar a diferentes estatus migratorios.
Un H-1B permite a los empleadores contratar trabajadores extranjeros que poseen habilidades especializadas y un título universitario o su equivalente. Tienen una validez de tres años y pueden extenderse por otros tres, lo que sugiere que ahora hay “alrededor de 700,000 titulares de visas H-1B en el país y otro medio millón de dependientes”, escribió el economista Stephen Brown de Hacienda Economics en un comentario el lunes.
Según el Centro de Investigación Pew, al menos el 60% de las visas H-1B han sido para empleos relacionados con la informática. Pero hospitales, bancos, universidades y una amplia gama de otros empleadores también pueden y solicitan visas H-1B.
El número de nuevas visas emitidas anualmente se limita a 65,000, más 20,000 adicionales para personas con un posgrado o más. Esas visas se asignan mediante una lotería. Algunos empleadores, como universidades y organizaciones sin fines de lucro, están exentos de estos límites.
Según Pew, casi tres cuartas partes de las solicitudes aprobadas en 2023 correspondieron a ciudadanos de la India.
¿Qué hizo Trump?
La Casa Blanca anunció la tarifa de $100,000. La tarifa de solicitud actual es de $215, más otros cargos de procesamiento relativamente nominales. La nueva medida entró en vigor apenas 24 horas después.
El Secretario de Comercio, Howard Lutnick, dijo inicialmente que la tarifa se aplicaría anualmente, sumando un total de $600,000 (€509,000) considerando el máximo de renovaciones permitidas. La Casa Blanca aclaró el sábado que se trata de una tarifa única y que no se aplicará a los titulares actuales de visas.
Trump también lanzó una visa de “tarjeta de oro” de $1 millón para personas adineradas.
Estos movimientos seguramente atraerán demandas que acusan al Presidente de eludir inapropiadamente al Congreso con una revisión dramática del sistema de inmigración legal.
¿Por qué enfocarse en las visas H-1B?
Los críticos argumentan que socavan a los trabajadores estadounidenses, atrayendo a personas del extranjero que a menudo están dispuestas a trabajar por menos salario que los profesionales locales del sector tecnológico. Empresas de externalización como Tata Consultancy Services suelen suministrar trabajadores indios a clientes corporativos.
“Para aprovechar los costos laborales artificialmente bajos incentivados por el programa, las empresas cierran sus divisiones de TI, despiden a su personal estadounidense y subcontratan los trabajos a trabajadores extranjeros mal pagados”, afirmó la Casa Blanca en su proclamación del viernes.
En un informe de 2020, el Instituto de Política Económica de izquierda encontró que el 60% de las peticiones H-1B certificadas por el Departamento de Trabajo de EE. UU. establecían salarios por debajo de la mediana para esa ocupación.
Brown de Hacienda Economics escribió que “es difícil estar en desacuerdo con el argumento de la administración de que el programa necesita reformas”.
Giovanni Peri, director del Centro de Migración Global de la Universidad de California, Davis, dijo que los abusos del programa, como traer programadores de nivel medio para reemplazar a estadounidenses con salarios más altos, ocurren pero son relativamente raros.
La mayoría de los titulares de visas H-1B, afirmó, son en realidad trabajadores altamente calificados difíciles de encontrar. “La mayoría de estas personas ingresan y han ayudado a la productividad de las empresas; han fomentado la innovación”, dijo Peri. “Han complementado el trabajo de los estadounidenses y han permitido el crecimiento.”
¿Qué impacto tendrá la restricción a las H-1B?
Brown señaló que es probable que muchas empresas tecnológicas puedan pagar $100,000 para atraer trabajadores calificados.
“Sin embargo,”, escribió, “la tarifa claramente será demasiado alta para que muchas compañías la asuman. El año pasado, los sectores de atención médica, minorista y de servicios de alojamiento y alimentos representaron una cuarta parte de las visas H-1B en conjunto, y a las empresas en esos sectores probablemente les resultará más difícil pagar la tarifa.”
Es probable que la tarifa más elevada, junto con otros intentos de la administración Trump por frenar la inmigración, reduzca la oferta profesional en Estados Unidos y presione los salarios al alza, dijo Brown.
Trabajadores extranjeros como Alan Wu están preocupados y atónitos por la velocidad con la que Trump alteró el proceso H-1B.
“¿Puedes editar alguna política que afecte a toneladas de personas así?”, dijo Wu, quien trabaja en Indianápolis como investigador de datos para una empresa farmacéutica.
Él trabaja legalmente con su visa de estudiante tras obtener un doctorado. No ha logrado obtener una H-1B mediante la lotería durante dos años consecutivos. Y ahora está reconsiderando su plan de residir permanentemente en los Estados Unidos, donde ha vivido por más de una década.
“Definitivamente estoy preocupado por mi trabajo ahora que el costo y el riesgo de contratar a un extranjero es tan alto”, afirmó.
Navneet Singh, quien dirige una consultoría “Go Global Inmigración” en el estado indio de Punjab, dijo que los cambios en las políticas de visas H-1B probablemente afectarán significativamente la migración futura a los Estados Unidos, particularmente desde la India.
“Trump está tratando de sofocar la llegada de nuevos inmigrantes cualificados, para que no le quiten empleos al estadounidense promedio. Pero al hacerlo, harán la producción (estadounidense) más costosa”, dijo Singh.
Añadió que es probable que la nueva política cree ventajas para los competidores en otros países. “Naciones como Francia, Países Bajos, Alemania y Canadá están listos para aprovechar este movimiento”, agregó.
Algunos estudiantes indios que aspiran a realizar estudios superiores en los Estados Unidos están decepcionados.
“Se siente como un portazo”, dijo un aspirante a estudiante que pidió permanecer en el anonimato.
¿Qué negocios serán los más perjudicados?
Greg Morrisett, decano y vicecanciller de Cornell Tech, dijo que las startups y las pequeñas empresas probablemente serán las más afectadas por las tarifas, ya que “no hay forma de que puedan” pagarlas.
Cornell Tech, por ejemplo, ha lanzado alrededor de 120 startups y la “gran mayoría” tienen fundadores que provienen del extranjero. ¿El resultado? “Recogerán sus cosas y se mudarán a Europa o Asia, donde sea que puedan encontrar oportunidades”, declaró.
“Las grandes compañías tecnológicas probablemente trasladarán muchas operaciones a otros países. Vimos esto cuando, por ejemplo, Irlanda se volvió muy atractiva desde una perspectiva fiscal. De repente, muchas sedes se mudaron a Irlanda”, comentó Morrisett.
Y en cuanto a las startups, añadió: “El próximo Amazon, el próximo Google nacerá en otro lugar e iremos a otro sitio, y entonces no tendremos esa ventaja en la próxima generación de liderazgo tecnológico”.