El servicio de Protección Civil de Valencia ha emitido una alerta meteorológica roja para la región mientras los remanentes del ex-huracán Gabrielle atraviesan la costa mediterránea, provocando lluvias torrenciales, riesgo de inundaciones repentinas y cierres generalizados.
El boletín oficial de la AEMET indicó que se espera que las precipitaciones intensas y persistentes alcancen su punto máximo entre el lunes y el martes (29 y 30 de septiembre), con acumulaciones de 200–250 mm en zonas de Valencia y el peligro de inundación súbita en cauces de ríos y áreas bajas.
La alerta se ha elevado a roja —el nivel máximo— para las provincias de Valencia, Castellón y Tarragona.
La activación del sistema ‘ES-Alerta’ de Protección Civil con doce horas de antelación al riesgo previsto ya ha generado críticas.
Expertos han argumentado que se activa con demasiada frecuencia ante riesgos pronosticados en lugar de peligros inminentes, lo que diluye su impacto.
El sistema fue cuestionado el octubre pasado en Valencia debido a que la alerta se emitió tras haberse producido la catástrofe por inundación relámpago en la región. La lenta reacción de las autoridades provocó la muerte de 236 personas.
El Ministerio de Trabajo ha confirmado que los trabajadores que no puedan acudir a su puesto debido al clima extremo tienen derecho hasta cuatro días de permiso retribuido hasta que se normalicen las condiciones.
Los empleadores también deben adaptar turnos o permitir el teletrabajo tanto en alerta naranja como roja.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se dirigió directamente a los ciudadanos el domingo advirtiendo: “Se requiere máxima cautela ante las intensas lluvias pronosticadas por la AEMET. Sigamos en todo momento las instrucciones de Protección Civil y los servicios de emergencia.”
El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado cierres masivos, incluyendo la suspensión de toda actividad docente en colegios y centros de formación, así como en centros juveniles, de día y sociales.
Las bibliotecas municipales, parques y jardines permanecerán cerrados.
Se ha cancelado toda actividad deportiva organizada por la Fundación Municipal de Deportes, junto con eventos de la Universidad Popular y mercados extraordinarios o callejeros.
Se recomienda al personal municipal que reside fuera de la ciudad que teletrabaje para evitar desplazamientos innecesarios.
Otras medidas incluyen el cierre de cementerios y la activación de centros climáticos de emergencia en El Carmen, Santa Cruz de Tenerife y Benimaclet para asistir a los afectados por las inundaciones.
Se ha instado a la población a evitar viajes, alejarse de ríos y ramblas, y buscar terreno elevado si se encuentra en zona inundable. Las autoridades subrayan no cruzar vías inundadas y respetar las desviaciones de tráfico.
La situación se produce tras una semana de pronósticos cada vez más adversos. La AEMET señaló que los restos del ex-huracán Gabrielle se han combinado con vientos húmedos del este y una vaguada en altura, creando uno de los sistemas tormentosos más peligrosos de los últimos años.
