Heads of State, la comedia de acción de Amazon, no escapa de la tensión en las relaciones exteriores de EE.UU. Idris Elba y John Cena, conocidos por Suicide Squad, protagonizan esta peli dirigida por Ilya Naishuller. Elba es el primer ministro británico y Cena el presidente estadounidense, que no se llevan bien. Derringer, el presidente, apenas lleva seis meses en el cargo y odia al PM por no ayudarlo más en su campaña. Clarke, el primer ministro con baja popularidad, ve al presidente—un exhéroe de acción—como una copia de Schwarzenegger.
Todo se va al traste cuando una conferencia de prensa arruina un proyecto energético de la OTAN. Para reparar el daño, viajan juntos en el Air Force One, pero el avión es derribado. Resulta que el proyecto energético fue robado de un científico nuclear eliminado para evitar otro Hiroshima. Su padre, Viktor Gradov (Paddy Considine), un traficante de armas, quiere venganza.
La película empieza con Noel (Priyanka Chopra), una agente del MI6, atacando a Gradov en el festival de la Tomatina en España, pero todo sale mal. Esa operación fallida es clave cuando el presidente y el PM caen en un bosque de Bielorrusia. Perseguidos por los secuaces de Gradov, Sasha y Olga ("los Asesinos"), deben regresar a salvo sin saber en quién confiar.
Es el típico blockbuster veraniego que en 2013 hubiera sido un éxito. Que Amazon lo estrene directo a streaming, sin paso por cines, habla del estado de la industria. Aunque G20, otra peli de acción directa a streaming, tuvo recepción mixta, es incomprensible la falta de fe en el potencial de Heads of State.
Cena es una estrella de wrestling y ha aparecido en Fast & Furious y Los Simpson. Elba, de Luther y The Wire, lleva años sonando como próximo James Bond. Chopra es una superestrella de Bollywood que triunfó en TV.
El trío cumple con creces: Elba brilla con su química con Cena (duro pero tierno) y con Chopra (que vuelve a pegar como en Quantico). El resto del reparto también destaca. Richard Coyle como el mano derecha del PM, Sarah Niles como la asistente del presidente y Jack Quaid robando escenas como un guardia de la CIA.
Naishuller mezcla acción, caídas torpes y frases ingeniosas. El guión, de Appelbaum, Nemec y Query, mantiene el ritmo. Cuando personajes desaparecen, vuelven con montajes al estilo Edgar Wright.
Divertida, explosiva y sin pretensiones, Heads of State es ideal para el verano y deja espacio para secuelas. Pero para que la próxima llegue a cines… ¿habrá consenso?