Barry Hills, uno de los mejores entrenadores de su generación, ha fallecido a los 88 años.
Hills también era padre de los jinetes retirados Michael y Richard, ganadores de carreras clásicas. Su hijo Charlie se hizo cargo del establo familiar en Faringdon Place y ha tenido muchas victorias importantes. Otro hijo, George, trabaja en seguros de caballos de carreras.
Su hijo mayor, John, también fue un entrenador exitoso antes de morir de cáncer en junio del 2014. Ambos compitieron en el Leger de 1994, cuando Moonax venció a Broadway Flyer por una longitud y cuarto.
En su cuenta de X, Charlie Hills escribió: "Se fue pero nunca será olvidado #papá".
La Autoridad Británica de Carreras de Caballos expresó: "Todos en la BHA estamos tristes por la muerte de Barry Hills y enviamos nuestras condolencias a su familia y amigos. Su contribución al turf fue enorme y será recordado como una gran figura de nuestro deporte".
Antes de ser entrenador, Hills ganó nueve carreras como aprendiz y trabajó 10 años con John Oxley. Su primer triunfo como entrenador fue con La Dolce Vita en Thirsk en 1969.
En 1971 logró su primer Grupo 1 y en 1973 ganó el Arco con Rheingold, consolándose tras perder por poco el Derby del año anterior. Nunca ganó el Derby de Epsom, pero tuvo éxito en Newmarket con caballos como Ghanaati y Haafhd.
Aunque no ganó el Derby de Epsom, triunfó en el Derby Irlandés con Sir Harry Lewis en 1987. También ganó dos veces la Oaks Irlandesa y las 1000 Guineas.
Hills se retiró en 2011 tras superar enfermedades graves, como cáncer de garganta, pero volvió brevemente en 2014 tras la muerte de John.
Angus Gold, de Shadwell, elogió su dedicación: "Fue un gran hombre y entrenador, vivía por este deporte. Era muy inteligente y sabía mucho de caballos. Era divertido y un grande en mi vida".
Gold añadió: "Fue un hombre increíble y fuerte. A pesar de estar enfermo, siempre tuvo ganas de vivir. Sus cinco hijos siguen su legado, especialmente Charlie y George en Estados Unidos. Es una dinastía que continuará".
