Lectores portugueses: Consumen, pero no compran libros

Un estudio reciente ha revelado que los portugueses leen, pero no compran libros.

Foto: Ed Robertson via Unsplash

EN UNA paradoja curiosa, según un estudio realizado por la empresa de investigación de mercados GfK, con sede en Lisboa, para la Asociación Portuguesa de Editores y Libreros (APEL), los portugueses leen más, pero compran menos libros. Aún más curioso es que, a pesar de las conclusiones del estudio, el mercado editorial en Portugal registró un incremento del 9% en 2024 en comparación con 2023, con unos ingresos brutos de 204 millones de euros frente a los 187 millones del año anterior.

Según el estudio, el 76% de la población portuguesa afirmó leer al menos un libro al año, cifra también superior a la de 2023 (73%). Sin embargo, el número medio de libros leídos por persona, así como el número total promedio de libros leídos en el año, disminuyó: el promedio por persona bajó a 5,3, desde los 5,6 de 2023; la cifra total cayó a 7,2 desde los 7,9 de 2023.

La lectura por placer, según el estudio de GfK, es practicada por aproximadamente el 60% de los portugueses mayores de 15 años, y dicho grupo también prefiere los libros en papel frente a las ediciones digitales o ebooks. Entre los lectores por ocio, la mayoría eran mujeres y/o personas de entre 35 y 54 años, aunque los individuos de entre 25 y 34 años mostraron las tasas de lectura más altas. El grupo que más comúnmente adquirió el hábito de la lectura fueron los adolescentes y jóvenes adultos de entre 15 y 24 años.

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A pesar de los hábitos de lectura estables de los portugueses, el número de personas que compraron libros en 2024 descendió del 65% en 2023 al 58%.

Lectores dedicados, pero no suficientes

Estas estadísticas bastante contradictorias sugieren un fenómeno en Portugal: la base de lectores ya establecida se mantiene estable, pero comprar libros y leer no son prácticas arraigadas en la mayoría de las familias portuguesas. Miguel Pauseiro, el presidente de APEL, postula esta misma teoría en el dossier del estudio.

Además, la lectura de libros también debe competir con el mundo altamente adictivo de las redes sociales y otros pasatiempos de ocio, como eventos culturales y deportivos, ejercicio físico y socializar con amigos. Aunque los portugueses se autoproclaman lectores, la lectura por placer se sitúa por debajo de todas las actividades antes mencionadas a escala nacional. No obstante, según el estudio, quienes no leen en su tiempo libre lo evitan por falta de interés (46%), falta de tiempo (39%) y preferencia por otras actividades de ocio (35%).

El Sr. Pauseiro, a la luz del estudio, afirma que las cifras son "prometedoras, pero la lectura aún no es un hábito diario y generalizado en Portugal". También reiteró que el número de lectores en Portugal todavía está muy por debajo del de otros países europeos como España, Italia y los Países Bajos. "El número de librerías en Portugal es críticamente bajo en comparación con estos países", añadió el Sr. Pauseiro.