La cifra de víctimas mortales en carretera en Baleares en lo que va de año ha experimentado un incremento de algo más del veinte por ciento. Fernando Alonso, máximo responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) en el archipiélago, indica que se han registrado 34 fallecidos en comparación con los 28 del mismo período de 2024. Explica que estas son defunciones que ocurren en las primeras 24 horas posteriores al siniestro. A final del ejercicio, se añaden otras muertes mediante el cruce de las bases de datos de la DGT y del Instituto Nacional de Estadística.
Por trágicas que sean estas muertes, la mortalidad en las carreteras de las islas no tiene nada que ver con la de antaño. El peor año fue 1989, con 181 víctimas mortales. “En 2008, logramos bajar de la centena de fallecidos. Desde entonces, la cifra se ha mantenido por debajo de ese umbral. Con anterioridad a 2008 se produjeron importantes reformas normativas: la implantación del permiso de conducción por puntos en 2005 y la reforma del Código Penal en materia de tráfico en 2007. Esto introdujo nuevas figuras delictivas en este ámbito.”
Aún así, Alonso admite que el aumento de este año es un dato negativo. Existen diversas causas, siendo las tres más significativas el consumo de alcohol y drogas, el exceso de velocidad y las distracciones. Estas últimas provocan el 35% de los accidentes mortales; una cifra que ha aumentado. El uso del teléfono al volante es una de esas distraciones. No obstante, la velocidad inadecuada es la causa más frecuente.
Aproximadamente un 40% de las víctimas mortales han sido usuarios de motocicleta. Se han contabilizado catorce este año, mientras que en 2024 fueron nueve. “A nivel nacional, la cifra típica es que los motoristas representen un 25% de los decesos, por lo que aquí estamos muy por encima.”
Se ha observado un repunte de siniestralidad entre personas de 25 a 35 años. Este colectivo había registrado un descenso en los últimos años. El aumento está asociado al consumo de alcohol y drogas. Alonso también destaca que el 80% del total de fallecidos son hombres. Si se consideran únicamente los conductores fallecidos, el porcentaje se eleva al 90%. “Esta cifra es muy estable y nos indica que los hombres son peores conductores. Las actitudes y las conductas de riesgo al volante incrementan las probabilidades de sufrir un accidente. Los varones cometen más infracciones de tráfico y provocan más siniestros viales.”