Uno de cada 31 niños en Estados Unidos ahora tiene un diagnóstico de autismo, según confirmó recientemente los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).1 Esto representa un aumento significativo comparado con los datos del 2020, cuando la tasa era de 1 en 36.
Pero, ¿qué está impulsando este incremento? Esa es la pregunta que muchas agencias de salud esperan responder. El Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Robert F. Kennedy Jr., también ha lanzado un “esfuerzo masivo de investigación y pruebas” para comprender e identificar mejor las causas ambientales de esta epidemia creciente.
Las tasas de autismo aumentan mientras se ignoran las causas ambientales
Según el sitio web Children’s Health Defense,2 los últimos hallazgos del CDC sobre la prevalencia del autismo en EE. UU. provienen de la Red de Monitoreo de Autismo y Discapacidades del Desarrollo (ADDM), que rastreó las tasas entre niños de 8 y 4 años en múltiples regiones del país. Sus resultados revelan un dato alarmante: los casos han aumentado un 17% en solo dos años.3
• El aumento no se limita a un solo grupo. Los niños siguen siendo los más afectados, con un promedio nacional de 1 de cada 20 diagnosticados. En California, la cifra subió a 1 en 12.5.
• El informe también resaltó disparidades raciales: las tasas fueron mayores en niños asiáticos, negros, hispanos y multirraciales que en niños blancos. Estos patrones sugieren que no se trata solo de “mayor conciencia” o “definiciones ampliadas”. Algo más profundo está detrás de las cifras.
• Las causas raíz no han recibido atención significativa. Mary Holland, CEO de Children’s Health Defense, señaló que, a pesar del aumento constante durante décadas, no hay una investigación exhaustiva sobre las causas fundamentales.
“Decenas de miles de padres han afirmado en las últimas décadas que las vacunas desencadenaron el autismo de sus hijos. Sin embargo, la ciencia convencional, los medios y los reguladores gubernamentales ni siquiera han considerado seriamente esta posibilidad,” dijo. “La cifra de 1 en 31 es un testimonio del fracaso del sistema médico actual.”
La teoría del ‘mejor diagnóstico’ no justifica el aumento del autismo
El artículo de CHD destaca que este informe es difícil de ignorar debido a la naturaleza de los nuevos casos. Contrario a la creencia popular de que el aumento se debe a casos más leves o de alto funcionamiento incluidos en el espectro, los datos del 2022 muestran que casi dos tercios de los niños diagnosticados tenían una discapacidad intelectual o un funcionamiento limítrofe (un CI de 85 o menos).
• No se trata de pequeños retrasos o peculiaridades medicalizadas. Son niños que necesitarán educación especializada, terapias y cuidados a largo plazo. Rebecca Estepp, defensora del autismo y madre, enfatizó esta realidad:
“Estos niños enfrentarán desafíos de por vida en el aprendizaje, la comunicación y la independencia. Muchos necesitarán servicios especializados, apoyo educativo y asistencia social durante décadas, servicios que ya son escasos en muchas comunidades.”
• Las tasas de autismo están “más allá de una epidemia”. Los incrementos no son ruido estadístico, representan una verdadera crisis de salud pública ignorada. Según Toby Rogers, Ph.D., coautor de Autism Tsunami: The Impact of Rising Prevalence on the Societal Cost of Autism in the United States:
“¿Hasta cuándo las autoridades sanitarias fingirán que no hay un problema? Una tasa del 3.2% a nivel nacional en niños de 8 años en 2022, 4.9% en niños, 5.3% en California, y tasas un punto porcentual más altas en comunidades asiáticas y negras que en blancas… esto ya supera una epidemia.”
• El autismo también aumenta en niños más pequeños. El informe del CDC analizó a niños de 4 años y encontró que las tasas eran 1.7 veces mayores en los nacidos en 2018 comparados con los de 2014. En algunos estados, los niños más pequeños ya superan a los mayores, lo que sugiere que la tendencia no se está desacelerando.
• La omisión más evidente del informe del CDC: ningún mencion de factores ambientales. A pesar de una larga lista de riesgos conocidos o sospechosos, como metales pesados (aluminio, mercurio), exposición al glifosato, uso de acetaminofén durante el embarazo y contaminantes industriales como plomo y arsénico, estos peligros siguen siendo ignorados.
¿Por qué el sistema ha fallado en investigar estas áreas? Rogers responde sin rodeos: “El autismo es una industria en EE. UU. que se ha vuelto ‘demasiado grande para fracasar’. Causar y tratar el autismo genera miles de millones en ganancias para Big Pharma y otras profesiones… a la industria no le interesa que la epidemia termine.”
Kennedy busca respuestas mientras expertos discuten lo que se ignora
El trastorno del espectro autista (TEA), una condición neurológica y del desarrollo que afecta la comunicación y el aprendizaje, alguna vez fue raro. En los 70s, solo 1 de cada 10,000 niños era diagnosticado. Hoy, está en todas partes.4
Mientras la mayoría de los funcionarios gubernamentales fingen ignorancia sobre las causas, hay una esperanza creciente. La nueva administración, con Kennedy como Secretario del HHS, se compromete a investigar todas las posibles causas. En una conferencia de prensa, RFK Jr. destacó su plan de lanzar una investigación “exhaustiva” sobre las causas ambientales del autismo.5
• El enfoque de Kennedy no son solo los números, sino lo que significan para las familias. Él ve el autismo como una condición prevenible, no como un misterio genético, y redirige la atención hacia las causas que deben abordarse.
“El autismo destruye familias,” dijo en un artículo de AP News. “Destruye nuestro recurso más valioso: nuestros hijos. Son niños que no deberían sufrir así.”
• Kennedy está decidido a identificar las causas ambientales. A diferencia de sus predecesores, no evitará causas controvertidas. Su departamento otorgará becas a científicos que investiguen todas las variables ambientales.
“Los investigadores deben ‘seguir la ciencia, sin importar adónde lleve’,” dijo. Esto contrasta con la administración anterior, que canceló millones en fondos científicos.
• Otro punto ignorado: el desglose demográfico. El estudio revela tasas más altas en niños asiáticos, nativos americanos y negros.6 Estas comunidades merecen saber por qué sus hijos son diagnosticados más frecuentemente.
• Kennedy estableció un plazo firme. Prometió publicar hallazgos para septiembre.7 Esta urgencia es inusual en el gobierno y señala un cambio hacia la responsabilidad real.
• No todos están de acuerdo con llamar al autismo prevenible. Alycia Halladay, de Autism Science Foundation, insiste en que el aumento se debe a “mayor acceso a servicios y desestigmatización,”8 no a daño ambiental.
Pero incluso si eso explica parte del aumento, la negativa a considerar otras causas deja a muchas familias sin opciones.
Qué puedes hacer para reducir el riesgo de autismo en tu hijo
El aumento en diagnósticos no es aleatorio ni puramente genético. Es hora de examinar los factores ambientales y reducir la exposición de tu familia:
1. Elimina aceites vegetales industriales. Altos en ácido linoleico (AL), se vinculan a disfunción mitocondrial y estrés oxidativo. Usa mantequilla de pastoreo o sebo.
2. Filtra el agua y evita alimentos con glifosato. Este herbicida daña el microbioma intestinal y está ligado a trastornos neurológicos.
3. Evita el acetaminofén en el embarazo y la infancia. Reduce el glutatión, crucial para el desarrollo cerebral.
4. Evita inyecciones con aluminio en etapas tempranas. Este adyuvante en vacunas puede afectar el cerebro en desarrollo.
5. Crea un hogar bajo en toxinas. Elimina fragancias sintéticas, usa utensilios de acero inoxidable o hierro fundido, y limpia regularmente el polvo.
Actuar ahora construye resiliencia en un mundo cada vez más tóxico. Estos pasos no dependen de políticas públicas, sino de ti. Empieza hoy.
Preguntas frecuentes sobre factores de riesgo del autismo
P: ¿Por qué siguen aumentando tanto las tasas de autismo en EE. UU.?
R: Las tasas han aumentado un 17% en dos años (1 en 31 niños). La mayoría de los nuevos casos presentan discapacidad intelectual, lo que sugiere que el aumento no se debe solo a un mejor diagnóstico.
P: ¿Qué factores ambientales se investigan como posibles causas?
R: Metales pesados, glifosato, acetaminofén y CEM, entre otros. Expertos como RFK Jr. creen que son desencadenantes clave.
P: ¿Qué acciones está tomando el gobierno con Kennedy?
R: Investigará causas ambientales con transparencia y publicará hallazgos preliminares en septiembre.
P: ¿Hay disparidades raciales en los diagnósticos?
R: Sí. Las tasas son mayores en niños asiáticos, negros e hispanos, lo que exige examinar factores socioambientales.
P: ¿Qué pueden hacer los padres para reducir el riesgo?
R: Eliminar aceites industriales, filtrar agua, evitar acetaminofén, reducir exposición a CEM y toxinas hogareñas.